«No podemos tolerar que el agua de la nueva depuradora de Ibiza vaya al mar»

La ciudad de Ibiza invertirá 2 millones del ITS para evitar la incursión de agua marina en la red municipal

Aspecto de las instalaciones de la nueva depuradora de Ibiza, que ha costado más de 40 millones de euros | Foto: I. S.

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«Esta depuradora supone un antes y un después en la gestión del saneamiento en Ibiza». Así se expresó ayer la presidenta del Govern, Marga Prohens, tras visitar las instalaciones de la depuradora de sa Coma, una infraestructura que el Govern balear gestiona desde el pasado mes de noviembre después de que el Ministerio para la Transición Ecológica invirtiera más de 40 millones de euros en su construcción, que se inició en 2017.

«Es una infraestructura muy esperada para los ciudadanos de Ibiza, una asignatura pendiente que ha tardado demasiado» y que garantiza «un tratamiento moderno, eficaz y ambientalmente sostenible», añadió Prohens, que estuvo acompañada en su visita por sa Coma por el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, y los alcaldes y concejales de Medio Ambiente de Vila, Santa Eulària y Sant Antoni.

Sin embargo, la puesta en marcha de esta nueva depuradora, que da cobertura a toda la ciudad de Ibiza y a los núcleos de Santa Gertrudis, Jesús y es Puig d’en Valls en el municipio de Santa Eulària, así como los de Montecristo, Can Llaudis y Cas Corb en Sant Antoni, no supone de momento el cierre del ciclo integral del agua, ya que el líquido que llega a la depuradora tiene demasiada salinidad como para reutilizarla, por lo que en la actualidad el agua depurada se sigue lanzando al mar.

«No podemos conformarnos con celebrar el día de hoy y pensar que ya está todo hecho», señaló Vicent Marí, «tenemos una instalación para gestionar 25.000 m³ diarios, un agua que tras pasar por esta planta hay que procurar que tenga una excelente calidad para reutilizarla y ni una gota acabe en el mar. Se tiene que poder reutilizar en baldeos de calles, en sistemas de riegos y en el plan piloto para recargar acuíferos».

La gran mayoría del agua que recibe la depuradora procede del municipio de Ibiza, por lo que procede a este ayuntamiento el realizar el mayor esfuerzo para evitar que el agua marina se infiltre en su red municipal.

En este sentido, el alcalde de Vila, Rafa Triguero, explicó ayer que su equipo de gobierno tiene previsto destinar alrededor de dos millones de euros a proyectos para evitar la intrusión de agua marina en la red. «No podemos tolerar que esta agua vaya al mar. Estamos haciendo estudios técnicos para aprovecharla», señaló ayer Triguero, quien no descartó aprovechar el agua desalada para introducirla en los canales del Prat de ses Monges «y para otros usos importantes de la ciudad».

El gerente de Abaqua, Emeterio Moles, confirmó que «en la medida en que se vaya reduciendo su salinidad, se podrá utilizar en otros usos como jardinería o usos urbanos». Mientras, tan solo podrá utilizarse en, por ejemplo, las obras que se iniciarán tras el verano en el Parc Motor de sa Coma para que no se levante tanto polvo.

Moles también explicó que la reutilización del agua implica que haya «una parte activa que pida una concesión del agua para un hecho concreto. Primero hay que tener claro en qué se va a utilizar».

La alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, destacó que su ayuntamiento ya invirtió un millón de euros en una canalización para transportar agua desalada hasta es Puig d’en Valls para, en un futuro, reutilizarla en el baldeo de calles o el riego de jardines.

Moles señaló que una vez el Ayuntamiento de Eivissa tenga claro para qué quiere dedicar el agua desalada, podría conectarse tanto a la tubería de es Puig d’en Valls como al mismo emisario.

Calidad de la depuración

La presidenta del Govern balear también destacó que dos años atrás el 50 % del volumen de agua que se depurada en Ibiza incumplía la normativa y que los vecinos sufrían los malos olores de la antigua depuradora de Ibiza. «Ahora, gracias a las mejoras implementadas, la depuradora ofrece la máxima calidad de tratamiento superando los valores exigidos por la normativa».

Prohens recordó que la depuradora de sa Coma presta servicio para una población superior a los 95.000 habitantes y absorbe la demanda estacional del verano.

Vicent Marí también señaló que desde la puesta en marcha del Pla 5 de cooperación municipal y a través de los fondos ITS los ayuntamientos han ejecutado inversiones en agua de más de 21 millones de euros

«Sufrimos una fuerte sequía y hay que seguir trabajando para no perder ni una gota en nuestras redes municipales y para que el agua que llegue lo haga con un grado de salinidad que permita reutilizarla», insistió el presidente del Consell d’Eivissa.

Por su parte, el alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, agradeció las inversiones realizadas en los últimos meses para eliminar los malos olores que sufrían los vecinos de es Fornàs.

El Govern explicó a través de una nota de prensa que la semana pasada se completó la instalación de tres unidades de filtros de carbón activado en los puntos de purga de aire situados en la conducción de aguas hasta la planta de sa Coma. Esta intervención, junto con la dosificación de diferentes reactivos en los bombeos, permite mitigar los problemas de olores asociados a la gestión de las aguas residuales.

La antigua depuradora de Vila, ubicada en Jesús, se ha convertido en una estación de bombeo que impulsa el agua hasta la depuradora de sa Coma, ubicada a casi cien metros de altitud.

La Unión Temporal de Empresas formada por Facsa, Islasfalto y Grupo Juan Bufí ha sido la adjudicataria del mantenimiento y gestión de esta depuradora y de la de Formentera por un periodo de cinco años y 9,3 millones de euros.

El conseller del Ciclo del Agua y del Mar, Juan Manuel Lafuente, no pudo asistir a la visita de la depuradora por problemas en las conexiones aéreas. «Se ha quedado en tierra», le disculpó la presidenta Prohens.