CONCHA ALCANTARA Juan Antonio Cardona y su mujer se pasaron once meses viajando cada fin de semana desde Eivissa a Palma para estar con su hija , que nació prematura en Can Misses y tuvo que ser traslada urgentemente a la unidad de prematuros de Son Dureta. El matrimonio se fue turnando para poder estar con el bebé y tampoco abandonar a su primogénito de corta edad.

La familia se gastó un millón y medio de pesetas en este periodo de su vida y reclamó medio millón de pesetas por los desplazamientos y las dietas correspondientes. Ante la negativa del Insalud a abonar este dinero, Cardona decidió llevar su caso hasta el Defensor del Pueblo en febrero de 1998. El informe recogía tres aspectos que afectan a la insularidad: el traslado de los fallecidos, los traslados de los acompañantes en casos de larga estancia y las dietas.

Un año más tarde, el Defensor del Pueblo recoge la opinión del Insalud sobre esta reclamación, «entendiéndose que pueden ser asumibles los desplazamientos del acompañante que, realizados durante la estancia del paciente, se hallen justificados y debidamente fundamentados», según se recoge en el informe. Sin embargo, Cardona sostiene que pese a que el Insalud reconoce su derecho «no ha recibido ni un duro».