Todos están de acuerdo: la profesionalización y el aumento de calidad en los productos de Baleart benefician al sector artesanal de las Islas. La feria abrió ayer sus puertas incorporando ligeras diferencias respecto a ediciones anteriores. Ya no se venden escarabajos de la suerte ni chaquetas peruanas, tampoco bisutería de mercadillo ni objetos ajenos a la artesanñia balear. Es el nuevo Baleart 99, que cuenta con el beneplácito de los artesanos de las Islas que participan en la feria y con un cierto descontento por parte de los pocos foráneos que venden sus productos.

«Me parece muy bien. Al menos han incluido más puestos nuestros. Era necesaria una profesionalización de esta feria», afirma Maria Esperanza, del 'stand' Sa Taulera, de Llucmajor. «Es lo más apropiado. Si la feria se llama Baleart, tiene que estar integrada por productos de Balears», añade Pilar Oliver, de Bodegas Miquel Oliver.

La feria permanecerá abierta hasta el 12 de diciembre y el precio de la entrada es del 500 pesetas. Maria Antònia Munar, presidenta del CIM; Pere Sampol, vicepresidente del Govern balear; Joan Fageda, alcalde de Palma, y Maria Antònia Vadell, vicepresidenta del CIM, y representantes de los consell insulars de Menorca y de Eivsaa realizaron ayer por la mañana el recorrido por todo el recinto ferial.

En el marco de la feria la Cámara de Comercio concendió ayer los premios del concurso «Regalo de empresa», que recayeron en la ceramista Maria Oliver (dotado con 200.000 pesetas), la bordadora Joana Suau (100.000 pesetas) y el joyero Josep Lluís Pomar (50.000 pesetas).

Hoy, además de la venta de productos, se celebrará en Baleart una demostración en directo de diferentes oficios artesanales. Por la mañana Miguel Albertí hará lo propio con las ollas y Gabriel González hará una demostración del oficio de capser. La feria estará abierta desde las 11 hasta las 21 horas.