J. L. M. El presidente de la asociación de vecinos de Dalt Vila, Lluís Llobet, presentó ayer un escrito ante el Ayuntamiento de Eivissa para reclamar la solución de varios «defectos de construcción» que aún presentan las obras de mejora que hace un año se ejecutaron en las calles Pere Tur y Joan Roman.

Llobet criticó la presencia de baldosas sueltas y tapas de arquetas e imbornales sin gomas que provocan ruidos al ser pisadas por los vehículos. «Aquí no hay quien duerma», aseguró el portavoz vecinal, quien también se refirió a los contenedores soterrados fuera de uso, el abandono de las jardineras, las deficiencias de una acera y a la verja del transformador eléctrico de Can Botino, «que deberían estar forradas de madera».

Para todo ello, reclamó una solución urgente.