B. ROSELLÓ El presidente de la asociación de constructores y otros derivados de la Pimeef, Juan Andrés Roig, señaló ayer que los datos hechos públicos por el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos constatan «algo que veíamos que llegaría tras la ralentización de las cifras de construcción del pasado año». La bajada de más de un 20 por ciento en la edificación durante los primeros nueve meses del año muestran la tendencia de los últimos años, según Roig, que indicó que no existe alarmismo en el sector. «La gente sigue trabajando pero dentro de medio año o un año costará encontrar trabajo porque estas cifras de disminución se trasladarán al mercado de los constructores, aún no lo hemos notado porque estamos con las edificaciones visadas pero la gente es consciente y está bastante preparada», matizó el presidente de los constructores.

Juan Muñoz, el presidente de la asociación de canteras asociada también a la Pimeef, explicó que la bajada de las cifras de la construcción también se han notado en el sector de los áridos: «La bajada se ha dado en Balears, en general, y durante los últimos dos o tres años porque parte de la obra privada estaba compensada, hasta ahora, por la obra pública que se estaba llevando a cabo», indicó Muñoz. El presidente de los canteros apuntó que una vez que se ha finalizado las grandes obras públicas en Eivissa la bajada se ha dejado notar en la construcción. Aún así, Muñoz resaltó que no existe alarmismo entre los profesionales del sector porque «es un ciclo normal». «Si bajase más si que tendríamos que preocuparnos, pero todavía hay muchas obras en marcha y otras que, a pesar de tener licencia, aún no han empezado a la vista de si el mercado se estabiliza. Estas obras dan garantías de continuidad; no estamos aún en una situación alarmante». El Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de las Pitiüses hizo público el lunes que durante los primeros nueve meses del año la construcción descendió un 20 por ciento mientras que el presupuesto en ejecución descendió un 14 por ciento, debido a que, según explicaron, es más barato construir un bloque de edificios en suelo público que no una vivienda unifamiliar en suelo rústico.