Tarde de baile y torrada.

a tradición suele imponerse sobre algunas de las tendenciasm modernas, sobre todo cuando hay sobrasada y vi pagès de por medio. La fiesta del vino de Sant Mateu cumplió ayer su mayoría de edad con más de 600 litros de caldo ibicenco que aportaron las 35 familias participantes de este año.

Cerca de las 17,00 horas, los miembros de la asociación de vecinos de Sant Mateu ultimaban los detalles para que todo en la celebración fuera perfecto. A medida que caía el sol las temperaturas iban bajando, por lo que el mejor remedio para entrar en calor en este caso era el vi pagès. Eso sí, en porrón, aunque quienes no se atrevieron por miedo a mancharse la camiseta pudieron disfrutar del vino típico de Sant Mateu en vasos de plástico. Para que el vino pasase mejor era necesario acompañarlo de un buen bocado, sobre todo si existía la intención de aguantar varias horas en la fiesta. En este caso, comida también de tradición, pues se más de 470 kilos de cerdo de matanzas en sobrasadas y carne torrada. Con un trozo de sobrasada en una mano y el vaso de vino en la otra, muchos de los asistentes charlaban en pequeños corrillos que con el paso de las horas fueron amenizados con los pasos de ball pagès de la colla de Sant Mateu y la música más actual de la orquesta Sa Talaia.

A diferencia de años anteriores, en esta ocasión no había autobús gratuito a Eivissa: «El año pasado lo pusimos y sólo lo usaron tres personas, por eso este año lo hemos quitado», explicó Toni Serra, miembro de la asociación de vecinos de Sant Mateu.

María José Real

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