La petición del director general de la Asociación de Constructores de Balears, Manuel Gómez, de que se permita seguir las obras públicas municipales durante la temporada ha sido contestada por el presidente de la Federación de Empresas Hoteleras de Ibiza y Formentera (Fehif), Juan José Riera, quien ha rechazado de plano esta posibilidad ante el temor de que suponga agravar la situación del sector en un verano que prevé complicado.

«Nos van a venir tiempos bastante críticos y lo que se debe hacer es facilitar el descanso de los visitantes y turistas. No queremos que llegue el inicio de la temporada el 1 de mayo y que sigan las obras porque, entonces, quien venga no querrá volver y los que tuvieran pensar hacerlo no lo harán», analizó Riera.

En su opinión, con ser importante la reactivación de un sector como la construcción, «los ayuntamientos deben escoger y decidir si quieren que volvamos a tener temporadas de seis meses con una ocupación buena o si, por el contrario, quieren jugársela».

Unificar la fecha

La postura de los hoteleros no sólo es contraria a permitir que sigan los trabajos de los proyectos municipales subvencionados por el Fondo Estatal de Inversión Local (22,5 millones para los consistorios de las Pitiüses). Los hoteleros tienen previsto presentar al Consell Insular d'Eivissa una propuesta para que se unifiquen las ordenanzas municipales que decretan la paralización de los trabajos constructivos en las inmediaciones de instalaciones y zonas turísticas.

Mientras las normas municipales oscilan entre la prohibición a partir del 1 de mayo y las que la retrasan un mes, la opción defendida por la patronal hotelera supone que todos los ayuntamientos fijen el inicio oficial de la temporada como la fecha en que se aplique la «finalización de todos los trabajos, exteriores e interiores, ruidosos y molestos, tanto en obras privadas como públicas».

Los hoteleros temen que permitir trabajos de construcción durante la temporada produzca en diferentes zonas de la Isla problemas como los que hubo a principio de temporada en Cala de Bou.

El 17 de mayo se daban por finalizadas las obras del Pla d'Excel·lència de la zona y que habían provocado que, desde el 1 de mayo, los turistas tuvieran que convivir con calles levantadas, ruido de maquinaria y paso constante de maquinaria. La situación provocó la pérdida de reservas en los hoteles de la zona.