Las construcciones que se legalizarán están ubicadas al final de Platja d'en Bossa. | Marco Torres

Si el martes los votos de los diputados de PP y de UM hicieron posible declarar urbana la zona de ses Variades, ayer, los votos conjuntos de PP, UM y Bloc echaron por tierra el acuerdo entre PSOE y ExC para que en Platja d'en Bossa y Cala Tarida sólo se legalicen las zonas construidas que, por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB), fueron declaradas rústicas.

La ley de sa Coma asumirá por completo la enmienda del PP con respecto a estos urbanizables, que además de convertir en suelo urbano las áreas ya edificadas de Platja d'en Bossa y Cala Tarida, abrirá la puerta a la construcción en más terrenos. Una opción que intentó delimitar ExC tras una complicada negociación con el PSOE que duró meses y que, a pesar del acuerdo de último momento presentado a través de una transacción a la enmienda socialista, no obtuvo el apoyo de los decisivos votos de UM ni de sus socios de gobierno en el Govern balear, Bloc per Mallorca.

Así se expresó ayer la mayoría de la comisión parlamentaria celebrada para acordar el redactado de la ley de sa Coma. Un texto legislativo que, si bien en un principio sólo estaba destinado a otorgar las competencias al Consell del antiguo recinto militar para evitar la dependencia de los ayuntamientos de Sant Antoni y Sant Josep, finalmente se está utilizando para agilizar decisiones urbanísticas de la isla a través de enmiendas.

En concreto, la del PP, además de legalizar lo ya edificado, posibilita la construcción en áreas de desarrollo urbano consolidado, como ses Variades, y transforma en urbanos los terrenos urbanizables desclasificados por las Directrices de Ordenación Territorial (DOT) en 1999. Sin embargo, también deja la última palabra a los planeamientos urbanísticos municipales.

«La peor de las situaciones»

Para la diputada de ExC, Marián Suárez, con esta votación «se da la peor de las situaciones posibles». «Lo que tendremos es un espacio que estaba prácticamente virgen en el litoral de Sant Antoni que podrá ser construido, y muchos sectores de Platja d'en Bossa y en zonas muy atractivas que se podrán construir; no tanto en Cala Tarida, porque no hay tantas posibilidades», destacó. «Es el mismo PP de siempre, haciendo su política de urbanismo del litoral y de cimentar todo lo que se pueda. Hoy [ayer] se cierra la puerta a cualquier solución mínimamente razonable », concluyó Suárez.

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En el mismo sentido se expresó el diputado socialista, Joan Boned, al asegurar que la propuesta aprobada del PP «recupera los urbanizables sin limitaciones y abre las puertas a más construcción». Asimismo, reconoció que «todo el esfuerzo» de negociación con ExC para evitarlo «no ha servido de mucho». «De alguna, manera nos ha servido para ver que podemos ponernos de acuerdo, aunque no haya tenido el efecto deseado», destacó.

Por su parte, el portavoz del PP de Eivissa, Joan Pantaleoni, aseguró que esta enmienda del PP salió adelante «por una cuestión de pura lógica». «Son zonas construidas y la solución es urbano», destacó Pantaleoni, que recordó que los ayuntamientos pueden decidir si se construye o no a través de sus planeamientos urbaísticos. «Pero mantener la idea que tiene PSOE-ExC de no dar solución a los problemas no es viable», agregó.

En el pleno

Tanto Joan Boned como Marián Suárez aseguraron que volverán a defender la enmienda en el pleno del próximo día 20, donde se volverán a votar algunas de las otras propuestas aceptadas o rechazadas por la comisión parlamentaria para sacar adelante la ley (ver despieces). Sin embargo, Suárez destacó que, con respecto a los urbanizables, no quedan opciones debido a que necesita el apoyo de todos los partidos, que ayer se expresaron en la comisión.

ExC rechazó una propuesta de UM y el Bloc no pasó que el PSOE no pactara la enmienda

Antes de la votación de ayer, UM hizo una contrapropuesta a ExC para aprobar su transacción suprimiendo las condiciones que había acordado con el PSOE. Esta fue rechazada por ExC porque proponía eliminar las delimitaciones que habían centrado su negociación y que pedían que no se pudieran hacer nuevas edificaciones, que no se pudieran aumentar las edificaciones en volumen y no se exceptuaran las infracciones urbanísticas. Unas cuestiones que eran «básicas» para ExC, por lo que rechazó la propuesta y obtuvo ayer el voto en contra de UM.

En cuanto al voto en contra del Bloc, el más llamativo por ser socio del PSOE en el Govern balear, su diputado Miquel Àngel Llauguer explicó que una de las razones fue que el PSOE no acordó la enmienda que presentó en solitario antes de pactar la transacción con ExC. Asimismo, Llauguer recordó que dijo que daría su apoyo «si servía para evitar la enmienda del PP», algo imposible debido a los votos de UM. «La del PP ya tenía vía libre, entonces decidimos no votarla porque no estamos de acuerdo en apoyar una enmienda que no nos gusta, porque es convertir un suelo rústico a urbano, donde se edificó de manera ilegal», concluyó.