PALMA RECEPCION HOSPITAL SON ESPASES Y PROTESTAS VECINOS FOTO JAUME MOREY | Alejandro Sepúlveda

Ni la lluvia se quiso perder el acto de recepción (al que podrán ser derivados los pacientes de las Pitiüses) por parte del Govern, dejando parte de la zona de aparcamiento medio inundada y los accesos al nuevo hospital de referencia de las Islas, que todavía no están terminados, llenos de charcos.
Antich estuvo acompañado por la presidenta del Parlament, Aina Rado; el delegado del Gobierno en Balears, Ramón Socias, y los consellers de Salut i Consum, Vicenç Thomàs; Turisme i Treball, Joana Barceló; y Economia i Hisenda, Carles Manera.
Una amplia representación de la Conselleria de Salut i Consum y el IB-Salut participó en la recepción. Además de Thomàs estuvieron presentes el director general del IB-Salut, Josep M. Pomar, y el director general de Son Dureta, Luis Carretero.
Desde el PP tampoco quisieron perderse la recepción de las obras, alegando que esta infraestructura no hubiera sido posible sin el impulso del Govern de Jaume Matas. La ex consellera de Salut i Consum, Aina Castillo, acudió acompañada del presidente de su partido en Balears, José Ramón Bauzá, y de Antoni Pastor, Pere Rotger y Francesc Fiol.
Compromiso
Después de un rápido recorrido por las instalaciones del hospital, cuyo interior está completamente terminado aunque sin contar con el mobiliario ni equipamiento técnico, todos los invitados se dirigieron al vestíbulo de consultas externas del nuevo hospital de referencia.
El presidente del Consejo de Administración de la concesionaria, Víctor Revuelta, agradeció al Govern que «todos hayamos trabajado en la misma dirección» lo que, dijo, «ha hecho posible que entregáramos las obras el día previsto, el 10 de octubre».
Por su parte el president del Govern, Francesc Antich, destacó el compromiso con la sociedad balear de los profesionales de Son Dureta que ahora trabajarán en Son Espases y apuntó que «contaremos con un hospital magnífico» desde el punto de vista clínico, en sostenibilidad, ahorro energético, eficiencia y respetuoso con el patrimonio.
Durante su intervención Antich tuvo un emocionado recuerdo para la familia de José Manuel Roiz, el vigilante de seguridad de la obra que falleció el 17 de octubre de 2007 a consecuencia de un 'cap de fibló'.
Mientras tanteo, en el exterior de las instalaciones una treintena de vecinos del barrio se concentraron para protestar por la edificación realizada en esta zona que, defienden, tenía un gran valor ecológico. Los gritos de «traidores» se sucedieron a la llegada de Antich y otros representantes del PSIB, partido que incluyó la no construcción en este paraje entre sus compromisos.