Parte de la Hermandad Rociera de Sant Antoni que viajó este fin de semana a Almonte para recoger su título de Hermandad Filial.

Más de 30 personas de la Hermandad Rociera de Sant Antoni viajaron este fin de semana a Almonte (Huelva) para participar en los acto de la Fiesta de la Luz y recibir así el título que les reconoce como la Hermandad Filial número 108, por lo que este año podrán participar en el Rocío con su propio simpecado. «Viviremos este Rocío con muchísima ilusión porque aunque seamos casi la misma gente quienes participemos después de 23 años hemos conseguido llevar nuestro simpecado, que era nuestra máxima ilusión. La pena que teníamos hasta ahora era que sólo podíamos llevar el banderín y el estandarte identificativo», explica Diego Infante, presidente de la Hermandad Rociera de Sant Antoni, quien explica además que ser hermandad filial de la matriz de Almonte y, por tanto llevar el simpecado, significa poder presentarse ante la Virgen del Rocío. «Este año todo será mucho más difícil porque ahora todo corre de nuestra cuenta: la carreta, el alquiler de bueyes... Ahora tenemos muchas cosas a las que hacer frente, pero como se suele decir 'sarna con gusto no pica'. Estamos muy orgullosos de ser la hermandad filial número 108 en antigüedad». Y es que a los gastos más directos de participación en la romería de Almonte se suman los generados por la insularidad. «No es lo mismo salir de Murcia o Madrid que desde Eivissa. Además, está el tema de la estancia. Por estas razones y las obligaciones laborales o familiares que pueden tener algunos hermanos de los 425 que somos en la actualidad viajaremos este año unos 40 a los que sumarán hermanos de otros lugares de España», asegura Infante.

Los hermanos de Sant Antoni se muestran muy orgullosos al hablar de su nuevo logro porque es muy complicado conseguir ser hermandad filial de Almonte: «Tienes que cumplir una serie de requisitos, como ayuda al prójimo, un seguimiento de la fe religiosa, hacer actos de caridad e informes del obispo y nuestro párroco, que es nuestro director espiritual. Para elegirnos a nosotros tuvieron seis reuniones porque se trata de algo muy serio», concluye Infante.