El Ayuntamiento de Eivissa relanzó ayer la propuesta de construcción del primer crematorio insular y de un tanatorio municipal, que podrán ser utilizados por ciudadanos de toda isla. Con el anteproyecto redactado y el pliego de condiciones a punto de ver la luz, la alcaldesa Lurdes Costa espera que las infraestructuras puedan ponerse en marcha en un máximo de dos años.

Ambas instalaciones se construirán en localizaciones separadas. El tanatorio ocupará un solar del barrio de Es Gorg (junto a los nuevos aparcamientos) mientras que el crematorio se ubicará en el Cementeri Nou. Según la alcaldesa, la idea inicial era prestar ambos servicios en una sola infraestructura, «pero la normativa impide que estén juntos».

El presupuesto estimado para los dos edificios es de 5,7 millones de euros. Sin embargo, el Consistorio sólo aportará los solares para su construcción. Costa detalló que las obras se licitarán conjuntamente y que, según el pliego de condiciones, la empresa ganadora será la responsable de financiar y construir las instalaciones mediante el sistema de concesión municipal. «Esperamos que muchas empresas concurran», afirmó Costa, que rechazó que este sistema pueda ser un obstáculo en época de crisis. «Están concurriendo muchas empresas a los concursos que hacemos», agregó.

Por otra parte, Costa aseguró que los precios de ambos servicios estarán regulados por el Consistorio, e indicó que «habrá una diferenciación de tasas entre los ciudadanos de Eivissa y los de fuera de la ciudad». «Pero la diferencia de tasas se notará principalmente en el crematorio, porque si un alguien quiere utilizar este servicio debe trasladar a su familiar a Palma o a Barcelona con un coste de unos 6.000 euros; y si es un traslado internacional puede ir de 8.000 a 20.000 euros», agregó. Por último, indicó que el Consistorio «se ha esforzado en que las nuevas infraestructuras sean una realidad muy pronto», a pesar de que el anuncio de los proyectos tuvo lugar hace más de dos años. «No fue fácil por la falta de profesionales sobre estos temas en la isla», apuntó sobre el retraso.

Los proyectos

Por su parte, la concejala de Salud Pública, Mariví Mengual, detalló las características de ambos proyectos y aseguró que surgen «de un estudio de necesidades reales» que hay Vila y en la isla de estos servicios.

El crematorio constará de una planta compuesta por dos volúmenes rectangulares. Uno de ellos albergará el horno crematorio con capacidad de soportar temperaturas de 1.400 grados centígrados, una sala para visitantes y un almacén, mientras que la otra sala estará destinada a la recepción, baños públicos y trabajadores. El tanatorio tendrá una superficie de 2.292 m2 y será un edificio «de estilo mediterráneo, tanto a nivel visual como de funcionamiento». Según el Consistorio, será «diáfano y luminoso» y constará de tres plantas. En la planta baja se ubicarán las oficinas, un oratorio multiconfesional y seis salas de velatorio, así como servicios de floristería y exposición de féretros. En la primera planta se proyecta la cafetería y en el subsuelo se instalarán el área de tanatopraxia y autopsias y el aparcamiento para coches fúnebres.

Lurdes Costa: «Es una demanda social»

Según la alcaldesa, ambas instalaciones son «una demanda social». Por un lado, el tanatorio pondrá fin al «monopolio» del único servicio que existe, que es privado y que impide elegir entre un lugar u otro y negociar precios», indicó. Asimismo, el crematorio, el primero de la isla, evitará desplazamientos. Según el Consistorio, en Vila «viven muchos residentes extranjeros y también personas de otras comunidades (30% de otros países y otro 30% de otras comunidades) que cuando se producen defunciones, en muchos casos, sus familiares quieren que sean enterrados en su lugar de origen.