Los indignados han protestado en el exterior del Parlament durante el primer pleno de la nueva legislatura. | M. À. Cañellas

La policía cortó ayer el paso a una representación del Movimiento 15M, o de 'los indignados' , que pretendían esperar en las puertas del Parlament a los diputados y las diputadas que celebraban la sesión inaugural de la VIII Legislatura.
Decenas de personas, que en ningún momento llegaron al centenar, ocuparon ayer pacíficamente diversos tramos de la Calle Palau Reial (donde se halla una de las puertas del Parlament y el Consell) y también la Plaça de Cort (la del Ajuntament) y discutieron posibles formas de organización. Según explicaron a este diario, y a cuantas personas se acercaban a preguntar, su idea era «invitar» a los parlamentarios a que se sumarán a su taller en que explicaban cómo debatir de forma pacífica. La policía les impidió el paso pero algunos consiguieron acceder a las inmediaciones de la Cámara. Dejaron macetas frente a la puerta e incluso tuvieron ocasión de entregar algunos de sus panfletos y pasquines a los representantes políticos, incluido al nuevo president de Balears. José Ramón Bauzá, del PP.
Tensión y mucha policía
Los indignados alcanzaron al president por las puerta que da a la calle Conqueridor, por donde también consiguieron dialogar con el presidente de la Cámara, Pere Rotger. Un manifestante le entregó el folleto con sus propuestas. Horas antes, en una entrevista con RNE de difusión estatal, Bauzá había dicho que «yo también me indigno y estoy aquí para cambiar las cosas con otra forma de hacer política que es la que creo que hoy necesita la sociedad».
«Si la clase política hace que muchas personas piensen que somos el tercer problema es que algo no funciona», dijo el president antes de acudir a la sesión plenaria.
Los 'indignados' consideraron excesiva la presencia policial, hubo momentos en que se contabilizaron más policías que manifestantes y hubo un momento de tensión cuando una joven rompió el 'cordón' camino del Parlament y fue derribada al suelo.