El Ayuntamento de Sant Antoni acogió el pasado jueves una antena en el faro de Ses Coves Blanques con la intención de detectar a tiempo los buques que viertan petróleo al mar. Es un proyecto realizado entre el Consistorio y la Universitat Politècnica de Catalunya. Es la primera antena que se instala en Balears.
Según Diego Ponce, técnico de medio ambiente del ayuntamiento, el proyecto no les ha costado nada, ya que los gastos corren a cargo de la universidad. «Queremos detectar a tiempo casi real el vertido con el objetivo de reducir sustancialmente las cantidades que se evocan al mar», añade. Una vez que los buques vean que están siendo controlados, dejarán de verter petróleo al mar.

Especies dañadas
Ponce manifiesta que las principales perjudicadas por los hidrocarburos son las especies marinas. Sobretodo aquellas a las que les cuesta moverse. También quedan gravemente perjudicadas aquellas que son sensibles a la falta de luz, ya que la capa de petróleo tapa los rayos del sol.
Se estima que más de medio millón de toneladas de petróleo se evocan al mar cada año. «El problema es muy grave, ya que a nivel de cadena trófica las especies hacen un efecto acumulativo hasta que finalmente los grandes depredadores también quedan afectados», añade Ponce.
Las principales causas de la contaminación son las operaciones marítimas, accidentes y descargas ilegales. De éstos, lo más peligroso son las operaciones técnicas de los barcos mercantes, principalmente la limpieza de los tanques.
Los buques se detectan a través de satélite o radiobaliza. Se salvarán del control aquellos barcos de recreo que no posean estas últimas, aunque cabe destacar que su contaminación es mínima.
Esta estación, junto con otra instalada en Barcelona, cubre gran parte del área del levante español, y constituye una infraestructura esencial en la investigación del proyecto.
Paralelamente a este proyecto, se ha desarrollado un programa para la lectura de datos AIS, que proporciona una información dinámica procedente de cada nave con un periodo de actualización de seis minutos.

Una actividad prohibida que causa graves perjuicios
Aunque el Convenio Internacional para la prevención de la contaminación de barcos prohíbe expresamente las descargas de hidrocarburos y otros agentes contaminantes al mar, la realidad es que la mayoría de los vertidos ilegales al mar se realizan con total impunidad. La principal razón es que los vertidos se detectan horas después de producirse, una vez que el causante está a muchas millas y es imposible su identificación.