Las calles de la Marina acogen un gran número de comercios, la mayoría en los meses de verano. | ROCIO MARTINEZ

La Asociación de Comercio de Eivissa y Formentera de la Petita i Mitjana Empresa (Pimeef) ha reenviado una serie de alegaciones a la Ley General Turística de Balears en la que manifiesta su malestar al considerar que la normativa les ha parecido «excesivamente hecha por y para los hoteleros cuando la realidad económica nos dice de forma tozuda y reiterada que la aportación al PIB balear de la oferta complementaria es superior a la del sector hotelero».
En ese mismo escrito, el colectivo apunta que la oferta complementaria tiene una importancia vital en Balears «por sus especiales características de pequeñas y medianas empresas y porque suelen reinvertir en las islas, contrariamente a las grandes cadenas hoteleras y grandes superficies». «Por tanto, creemos que la Ley debería impulsar y favorecer dicha oferta turística complementaria y no sólo al sector hotelero», prosigue el texto enviado al conseller balear de Turisme i Esports, Carlos Delgado.
Por otro lado, desde la Asociación de Comerciantes señalan que la liberalización absoluta «puede ser muy perjudicial para el sector turístico en general ya que reducirá indudablemente el nivel medio de calidad que se ofrece a nuestros visitantes al entrar previsiblemente en una guerra de precios a la baja». Y es que en la normativa se establece la posibilidad de ejercer una segunda actividad en el mismo establecimiento. Por ello, desde el colectivo insta a que cada empresa «debe ceñirse a lo que mejor sabe hacer, su negocio y actividad».
Otro de los puntos hace referencia a los condohoteles que, a pesar de considerarlo una «medida beneficiosa» para la prolongación de la temporada al tener que estar abiertos ocho meses al año, exigen que este extremo se cumpla: «Tenemos el ejemplo de los hoteles de cinco estrellas que, estando obligados a abrir todo el año, en la práctica no lo hacen».

Las agencias de viaje reclama formación específica para cada Isla
La Asociación de Agencias de Viajes de Ibiza y Formentera también reclaman que se regule lo «más claramente posible» las habilitaciones por titulaciones tanto españoles como comunitarias y rechazan que se necesite el conocimiento de dos lenguas oficiales para ejercer la profesión guía turística: «Creemos que con una es suficiente. Imaginemos un guía polaco que deba aprender catalán para ejercer su profesión». Además reclaman que los guías turístico realicen un «cursillo o similar de los conocimientos específicos necesarios de la Isla». En otro de los puntos, el colectivo solicita la «desregularización» ya que, según entienden, «es un sin sentido que los responsables de las excursiones, la agencia de viajes, no precisen de ningún título y el empleado de la misma sí. O aún peor, que cualquiera puede organizar una excursión, como legalmente se entiende, sin ninguna titulación ni requisito mientras que es empleado de turno sí».

El PSIB pide la retirada de la normativa y que se consensúe
El Grupo Parlamentario Socialista reclamó la retirada inmediata del proyecto de Ley General Turística presentado por el Govern y que se vuelva a redactar desde el consenso y el diálogo con los agentes económicos, sociales e institucionales implicados. Así lo expuso la portavoz del grupo, Francina Armengol, en una rueda de prensa en la que estuvo acompañada por los diputados socialistas Joana Barceló y Jaume Carbonero, quienes afirmaron que, en caso de que el Govern no vuelva a redactar la ley, los socialistas presentarán una enmienda a la totalidad para que sea devuelta.
Armengol aseguró que este proyecto, el cual consideró «fundamental» para la comunidad, no cuenta con el apoyo de la mayor parte del sector turístico y que, además, «prima intereses particulares» por encima del general. La socialista consideró que el actual proyecto de ley «sólo servirá para crear más paro y destruir territorio» al «favorecer la especulación urbanística» e «hipotecar». Por otra parte, la portavoz se mostró contundente al afirmar que el cambio de uso que posibilita el proyecto de ley «va en contra de la creación de puestos de trabajo y perjudica la economía productiva» puesto que, a su entender, favorece la «especulación urbanística».

Alojamientos: Impacto. La Asociación de Alojamientos Turísticos de Eivissa y Formentera apunta que los establecimientos de turismo rural están «preocupados y con razón sobre la excesiva apertura para la implantación de este tipo de alojamiento». Además, el colectivo señala que hay que tener en cuenta «el impacto que la excesiva proliferación supondría en nuestro paisaje en una isla tan pequeña como Eivissa». Entre las alegaciones también considera que los requisitos que pasaron este tipo de establecimientos fueron muy estrictos.

Restauración: Agradecimiento. Desde la Asociación de bares, restaurantes y cafeterías agradece haber superado la antigua catalogación como «complementaria». «El reconocimiento expreso de la singularidad, peso económico e importancia que la nueva ley reconoce a un sector como el de la gastronomía, que es y debe seguir siendo eje fundamental de nuestra oferta turística». En el escrito remitido al Govern, el colectivo se muestra conforme a la posibilidad de ejercer actividades complementarias «si bien éstas deberían guardar relación con lo que es la actividad principal de la empresa».

Alquiler: Sin limitaciones. La Asociación de alquiler de viviendas turísticas insta a la Ley General Turística a eliminar la limitación de un mes en este tipo de alquileres. «La experiencia nos demuestra que nos encontramos con alquileres que superan este tiempo. Respecto a la limitación de dormitorios y plazas, entendemos que debería sustituirse lo detallado en el borrador por lo recogido en la cédula de habitabilidad de la vivienda». Además, el colectivo apunta que en el proyecto no se menciona la vivienda turística vacacional ya existente y entiende que éstas deberían mantener el status jurídico adquirido en su momento.