El IBI grava, a través de los ayuntamientos, la titularidad de cualquier bien inmueble, ya sea rústico o urbano. | Marco Torres

La subida entre un 4 y un 10% del impuesto del IBI en todos los municipios de Eivissa a raíz del acuerdo adoptado el pasado 30 de diciembre por el Consejo de Ministros no convence a las patronales hoteleras y empresariales que, si bien coinciden en afirmar que se trata de una medida más para salir de la crisis, aseguran que restará dinero en circulación y esto repercutirá negativamente en el consumo.

Desde la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) ya advertían que entre 2004 y 2010 este impuesto había subido un 48,08% en los establecimientos turísticos de la Isla, por lo que si se producía un nuevo incremento de este y otras tasas, como la de la basura que desde 2004 a 2008 ha crecido según un estudio de la Fehif un 54,65%, afectaría negativamente a la recuperación del tejido empresarial: «Lo que no puede ser es que se incrementen continuamente los impuestos como opción fácil para cubrir los gastos desmesurados de la administración. Si sigue esta escalada de impuestos y costes junto con la bajada del consumo muchas empresas se verán obligadas a cerrar», explica Juanjo Riera, presidente de la patronal hotelera.

Repercusiones

En esta misma línea, Joan Bufí, representante de la CAEB en Eivissa, asegura que si el estado exige tanto a la iniciativa privada ésta también debe exigir «control y freno» a las administraciones públicas: «Después de las subidas del IBI que ya hubo en años anteriores veo esta nueva medida como muy preocupante. Para el estado es muy fácil poner un impuesto general, pero esto irá en contra de la adquisición de la propiedad privada de las personas. Si se exige tanto a la propiedad privada a la hora de pagar impuestos también creo que tenemos el derecho a exigir a las administraciones que se controle el gasto y el despilfarro excesivo que tienen. Creo que hay que empezar el sacrificio por su propia casa dando ejemplo y después, por supuesto, se podrán subir los impuestos».

Desde la Cambra de Comerç aseguran que se trata de una medida que «no gusta, pero que es necesaria para salir de la crisis», explica Vicente Torres, presidente de la Cambra de Comerç en Eivissa, para quien este incremento restará dinero en circulación: «Una subida de impuestos nunca favorece porque quita dinero del contribuyente, pero sí que es cierto que hay que buscar soluciones a la situación en la que estamos. A cada uno le afectará de manera diferente, pero no creo que haga un daño terrible porque no son grandes cantidades».

El hecho de que haya menos dinero en circulación tiene en estado de alerta a los pequeños y medianos comerciantes: «La pequeña y mediana empresa lo estamos pasando fatal. Todo lo que sea subir impuestos lógicamente nos va a perjudicar primero porque tendremos que pagar más y segundo porque la gente al pagar tendrá menos para destinar al consumo y, por tanto, no se reactivará la recuperación económica. A lo mejor es necesario que corten algunos gastos estatales que no son necesarios», explica Mariano Riera, presidente de la Pimeef.