La semana antes de Navidad, el ánimo general entre los pequeños y medianos comerciantes de Eivissa era positivo, pues esperaban, como cada año, las compras en el último momento. A ello hay que sumar las campañas para incentivar las compras, como la impulsada por el Ayuntamiento de Eivissa, el sorteo del crucero de la asociación de comerciantes de Eivissa Centre o los 6.000 euros para gastar en compras que sortea la Pimeef.

Llegados los Reyes Magos y con las rebajas recién iniciadas llega el momento de hacer balance. «Las expectativas eran que la campaña navideña fuera mejor de lo que realmente ha ido. Ha habido días puntuales en los que sí que se ha trabajado, pero la mayor parte de las jornadas han sido muy flojas y se ha tenido que recurrir a promociones especiales ya no sólo para que la gente compre sino para que entren en las tiendas», explica José Javier Marí Noguera, presidente de la Asociación de Comercio Minorista de la Pimeef que califica este cierre de campaña como «regular dentro de como estamos y muy mal si la comparamos con hace tres años». En comparación con las expectativas iniciales, Marí Noguera asegura que ha ido «peor de lo que se esperaba».

En cuanto al impacto de las campañas impulsadas para incentivar el consumo de los particulares, el presidente de esta asociación asegura que es difícil valorar la repercusión que han tenido estas acciones: «En general creo que ha ido bien. Personalmente, cuando a la gente le comentas que con un cupón pueden entrar en un sorteo de 6.000 euros se animan a comprar. Creo que han sido medidas positivas y, aunque es difícil calcular el efecto inmediato de las mismas, está claro que si no las hiciéramos el cliente estaría menos fidelizado y así por lo menos ofreces algún aliciente para comprar».

Menos rentabilidad que otros años

Muchos pequeños y medianos comerciantes han tenido que recurrir a descuentos y promociones antes de las rebajas, por lo que éstas se han tenido que iniciar con descuentos mayores. En otras palabras, si en Navidad en un comercio había descuentos del 30 o del 40%, en rebajas tienen que partir de ese porcentaje en adelante para atraer al consumidor. «Lo que está claro es que por el hecho de haber recurrido a estos descuentos navideños la rentabilidad no es la misma que en años anteriores», explica Marí Noguera.