El atrezo de la protesta popular se recicla y se renueva. Así, dos años después, la caricatura gifante de Primo vuelva a la calle acompañado, ahora, de -se estrenó con Matas- Iñaki Urdangarin. Ambos fueron parte de la escenografía callejera que acompañó con sus pancartas y gritos la declaración del yerno del Rey ante el juez Castro y los fiscales.

Los alrededor de doscientos manifestantes recurrieron al tópico - «El pueblo unido jamás será vencido»- y también a la originalidad para dejar constancia de que lo sabido del ‘caso Nóos' molesta, causa rechazo e indignación. Todos estos sentimientos se trataron de expresar ayer de manera ruidosa y pacífica al duque que ostenta el título con el nombre de la ciudad (versión Palma de Mallorca).

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A pesar de que ya acabó el Carnaval, salieron a la calle cuervos, prisioneros, moscas y excrementos de papel. También muchas banderas republicanas. Sólo dos partidos se acercaron a las inmediaciones de los Juzgados para dejar constancia de su protesta: el PSM y Esquerra Unida. sus lemas: «Monarquia=corrupció» y «Realment rics», respectivamente. Estuvieron unos pocos minutos y luego se marcharon.

El independentismo catalanista fue de los más persistentes en su protesta y algunos de sus integrantes explicó sus motivos a unos periodistas chilenos. La calle también tuvo su parte de protagonismo en la jornada judicial de ayer.