Buena muestra de ello es que este año se han convocado unas ayudas para la transformación de productos agrarios que están teniendo mucha mejor acogida que en 2009, la última vez que se dieron. Aún no ha terminado el plazo, pero ya ha habido nueve solicitudes de información en Eivissa, cuando hace tres años solo se tramitaron dos.
Bodegas y ‘trulls’
Simonet explicó que entre las empresas interesadas hay un poco de todo, desde bodegas a elaboración de mermeladas, industrias de comercialización de productos de la huerta e incluso trulls para hacer aceite.
El conseller d’Agricultura, Antoni Marí, Carraca, explicó que la cooperativa de Sant Antoni también estaba interesada en comprar una descascaradora de almendras para comercializar el producto, pero no sabe si finalmente presentarán el proyecto (aún quedan diez días de plazo para hacerlo).
Estas ayudas están dentro del Pla de Desenvolupament Rural y cuentan con financiación del Ministerio de Agricultura (40%), la Unión Europea (35%) y el Govern balear (35%).
Marí destacó que este interés en las ayudas demuestra el dinamismo del sector agrario ibicenco que, si bien tiene una producción «limitada en cantidad», disfruta de una «calidad extraordinaria».
Se ha previsto una partida de 4 millones para todas las islas, aunque se ampliará a 8 millones próximamente cuando se desbloquee el presupuesto. Se han modificado algunos de los requisitos de estas ayudas para facilitar su acceso, como por ejemplo que no sea necesario tener una licencia previa o aportar un documento medioambiental. La ayuda máxima es de 500.000 euros por expediente (antes era 200.000) y una novedad es que se puede avanzar el 50% antes de comenzar. Ramonet indicó que estas industrias generan puestos de trabajo y recordó que también hay otra línea de ayudas para restauración de paret seca, con ayudas de hasta 12.000 euros por solicitante.
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