Un total de 452 alumnos de Eivissa y 15 de Formentera comenzaron ayer las pruebas de acceso a la universidad en los institutos Sa Colomina y Marc Ferrer. Y con ellos volvieron las carpetas llenas de apuntes, los repasos de última hora, los amuletos de la buena suerte y, sobre todo, los nervios durante toda la jornada.

«Yo me he traído mi llamador de ángeles que siempre me ayuda en los momentos difíciles», explicaba en el instituto Sa Colomina una nerviosa Lucía mientras su compañera Cristina enseñaba dos anillos de plata que le regaló su madre y «que nunca me quito porque me dan buena suerte».

Parece que funcionaron porque a la mayoría de los jóvenes las primeras pruebas, consistentes en un comentario de texto en lengua castellana y en un examen de literatura, les resultaron más fáciles de lo que esperaban.

«En literatura daban a escoger entre Modernismo y Generación del 98 en una de las opciones y Vanguardias en la otra; y luego, para el comentario había un texto periodístico y otro de teatro, y la verdad es que me ha parecido bastante más sencillo de lo que pensaba a priori», explicaban Laura y Elena a la salida de la prueba.

Gracias a ello muchos de los alumnos participantes consiguieron quitarse parte de los nervios con los que llegaron al centro a primera hora de la mañana. «Ha sido sólo la primera de las pruebas y, aunque aún quedan por delante dos exámenes más esta mañana y muchos más hasta el jueves, el saber que éste ya nos ha salido bien ya tranquiliza un poco», aseguraban estas dos jóvenes aspirantes a Diseño y Educación Social.

Tres días de exámenes

Sin embargo, tras completar estas dos primeras pruebas y consultar con sus compañeros las respuestas, no hubo tiempo para muchos festejos. Tras relajarse un poco, remojar la garganta con algún que otro refresco y dar un último repaso a los apuntes enseguida había que sentarse otra vez en el pupitre.

En esta ocasión el primer día se completaba con Geografía e Inglés, y tras ello, todos siguieron el consejo de una de las profesoras del instituto de Sa Colomina: «Lo que tienen que hacer ahora los alumnos en cuanto terminen es irse a su casa y olvidarse de todo lo que es exámenes hasta mañana porque lo que no lo hayan estudiado ya no lo van a aprender en una tarde y lo único que van a conseguir es que se agobien y no rendir al día siguiente».