Imagen de una variedad de "carpobrotus"

El Grup d’Estudis de la Naturalesa (GEN) denunció la existencia de una planta especialmente peligrosa que se ha localizado en Cala Salada. La denuncia fue presentada ayer ante el Ayuntamiento de Sant Antoni, ya que se trata de una planta con «ánimo» invasor. En la denuncia, el GEN recalca que esta planta ha sido introducida en el medio natural de manera voluntaria, con finalidades de «ajardinamiento» de la entrada a la cala, donde se encuentra el parking. Ello está provocando un cambio importante en la vegetación de la zona.

Vulgarmente conocida como pata de gallo, la ‘carpobrotus’ es una especie exótica que tiene cualidades dirigidas a la colonización de la flora del terreno o medio en el que se encuentra y que, por tanto, afecta de gravedad a las diferentes espcies autóctonas que se encuentran a su alrededor. Además de la catalogación de exótica, la legislación española también la incluye en un listado de plantas invasoras cuya acción, se ha demostrado, produce efectos negativos en el medio.

Es por ello que la introducción en el medio natural de la pata de gallo consta oficialmente como prohibida, y la norma se remite a la Ley 42/2007 a efectos de someter al régimen sancionador de la administración pública correspondiente a aquellos que realicen esta práctica.

El caso de esta planta de origen sudafricano no es nuevo en les Pitiüses, ya que se ha utilizado en jardinería de manera muy habitual desde los años ‘90. Sin embargo, es peligrosa de cara a otras especies del litoral. A su favor, y para desgracia de las plantas autóctonas que están a su alrededor, juega que necesita muy poca agua para subsistir.