Los lujos interiores de un jet privado de la compañía Ocean Sky. | UH

Eivissa está siendo testigo de excepción del ‘boom’ que está protagonizando un colectivo del sector de los transportes que, sin lugar a dudas, está desafiando la lógica que impone la razón en estos tiempos tan convulsos. Hablamos de la aviación privada, y del incremento de usuarios que está experimentando en los últimos años.

Durante el pasado curso, en Eivissa se produjeron aproximadamente 9.000 movimientos de vuelos privados entre salidas y llegadas, y este año las previsiones apuntan a que la cifra oscilará entre los 12.000 y los 14.000 viajes. Números impactantes si tenemos en cuenta que una hora de vuelo en un jet privado de seis plazas cuesta una cantidad cercana a los 3.000 euros. Presupuestos que podrían triplicarse en caso de no haber ningún avión disponible en el aeropuerto de salida.

Carlos Márquez Grant, director de operaciones de la compañía Ocean Sky, explica que «si quieres ir de Barcelona a Eivissa, y allí no disponemos de ningún jet, se tiene que pagar el desplazamiento del avión al puerto de origen - 3.000 euros -, el trayecto de Barcelona a Eivissa -otros 3.000 euros - y, en el caso de que sea necesario, el retorno del jet a su depósito habitual - 3.000 euros más-, lo que supondría un desembolso de unos 9.000 euros por un viaje. Eso en el caso de que alquiles un avión ‘normalito’ de seis plazas, ya que si coges uno más grande imagínate lo que te puede costar... De las cifras que he dicho hasta donde quieras pensar». Sin embargo, esta práctica no es demasiado habitual, ya que a través del servicio que ofrecen algunos ‘brokers’, o buscadores de aviones, los propios clientes pueden localizar las aeronaves que se encuentren en el punto de salida del pasajero, para ahorrarse los costes adicionales de desplazamiento de los jets.

Compañías en Eivissa

Actualmente, en el aeropuerto de Eivissa trabajan cuatro empresas principales que ofrecen los servicios de ‘charter’ (vuelo privado) y ‘handling’ (recepción de pasajeros). La más importante es Ibizair, una compañía que lleva más de 25 años trabajando en la Isla, y que no tiene intereses a nivel continental, sino que su fuente básica de trabajo es Eivissa. Esta empresa obtuvo los registros más altos de movimientos privados durante el año pasado, rondando los 3.500 vuelos. La segunda compañía en cuestión de números es Ocean Sky. Su ‘modus operandi’ difiere sensiblemente del de Ibizair, ya que Ocean Sky actúa como una multinacional del sector y tiene bases en numerosos aeropuertos de Europa. Ello le permite ofrecer mejorías en los precios a los clientes habituales que se mueven por distintos puntos del continente o del mundo, en materias como el combustible, las tasas o, simplemente, el precio por trayecto. «A los clientes les sale a cuenta pagar un precio algo más barato en muchos sitios a la misma empresa que desembolsar más a diferentes compañías», apunta Márquez. Los propietarios de Ocean Sky son rusos, así como buena parte de su clientela, y tan solo lleva tres años operando en Eivissa. En su segundo año protagonizó un crecimiento espectacular, alcanzando los 2.000 movimientos en la Isla, y en lo que va de éste ya supera los 800. Las otras dos compañías que ofrecen los también conocidos como servicios de ‘aerotaxi’ son Gestair y ExecuJet, cuyas cifras de vuelos ‘charter’ se sitúan entre los 300 y 400 al año. Pero hay muchas otras empresas que se dedican a los vuelos privados que, sin embargo, no tienen servicio de ‘handling’. Una de ellas es Sky Helicópteros, que en lo que llevamos de año ha efectuado 67 vuelos ‘charter’ en Eivissa, según se puede comprobar en la página web de AENA. No obstante, esta empresa no trabaja sólo con jets, sino que también lo hace con helicópteros, y en muchos casos utilizan éstos segundos con la misión de apagar fuegos o realizar otras actividades que no se corresponden con el lujo, precisamente.

Además del vuelo ‘charter’, destaca el servicio de ‘handling’ que ofrecen estas cuatro compañías. Ello implica recibir a los pasajeros (aunque no hayan volado con la propia empresa), encargarse de su equipaje y acompañarlos a su vehículo, donde normalmente les espera un chófer en coches de lujo o limusinas. El ‘handling’ también implica atender a todas las peticiones del cliente, como poner flores en el jet o preparar una determinada comida.

Pasajeros de lujo

No cabe ni que decir que los usuarios que gozan de estos servicios son de un poder adquisitivo extremadamente alto. En las oficinas situadas junto a las pasarelas de llegada de los vuelos ‘charter’, se pueden ver personalidades del mundo de la música, del deporte o de la moda casi a diario. Especialmente destacan los dj’s que vienen a Eivissa para actuar en las discotecas. Carl Cox, Luciano o David Guetta son algunas de las celebridades que se han dejado ver por allí, cuando hace dos o tres años no era extraño poder encontrarse con ellos en el aeropuerto comercial, el de la gente de a pie. Cantantes y modelos famosas como Elle Macpherson, Naomi Campbell o Paris Hilton también han utilizado los servicios de las compañías privadas que operan en Eivissa, así como algunos futbolistas de la selección española como Sergio Ramos, Fernando Llorente o Xavi Hernández.

Sector en auge

Estamos, por tanto, delante de un gremio que planta cara a la crisis e, incluso, se ríe de ella, puesto que mientras se aumentan los recortes sociales al tiempo que suben los impuestos y las clases media y baja se van sintiendo cada vez más resentidas, un colectivo como el de la aviación privada, instalado de pleno en el lujo, va ganando adeptos a un ritmo vertiginoso. Viendo casos como el que nos ocupa, a veces parece cierto aquello de que «los ricos se hacen más ricos, mientras los pobres se van haciendo cada vez más pobres».