El fiscal del caso Nóos ha pedido a la Agencia Tributaria un informe en el que acredite si el Instituto Nóos que presidió Iñaki Urdangarin es realmente una entidad sin ánimo de lucro, ya que indica que «se aprecian importantes indicios» de que actuaba con «claro afán o ánimo de lucro».


En un escrito remitido hace unos días al Juzgado de Palma que instruye este caso, al que ha tenido acceso Efe, el fiscal Pedro Horrach detalla varios aspectos sobre los que el delegado especial de la Agencia Tributaria de Cataluña se deberá pronunciar, entre ellos el referido al ánimo de lucro de Nóos.

«De lo actuado hasta el momento se aprecian importantes indicios de que dicha entidad actuaba con un claro afán o ánimo de lucro», afirma el fiscal del instituto que supuestamente sirvió para desviar dinero público a manos de Urdangarin y su exsocio Diego Torres.

El fiscal pide a Hacienda un informe de la naturaleza jurídica de Nóos tal y como aparece en sus bases de datos, así como si, en caso de que sea sin ánimo de lucro, le consta que sea una fundación o una asociación declarada de utilidad pública.
En el escrito, pregunta a los técnicos de la Agencia Tributaria si, a la vista del sumario del caso y de su experiencia profesional, «consideran que existen elementos suficientes para que concurra en el Instituto Nóos la inexistencia de ánimo de lucro».

Noticias relacionadas

Fraude

Horrach quiere asimismo saber si «es habitual ocultar la existencia de ánimo de lucro utilizando para ello asociaciones o fundaciones de forma fraudulenta», como sospecha en este caso, y añade que ello «máxime cuando este puede ser el modo de obtener contratos con la administración», tal y como ocurrió de los gobiernos balear y valenciano.


El fiscal también reclama un informe sobre los ingresos obtenidos por Nóos entre 2003 y 2010 y sus gastos en ese mismo periodo, así como un cálculo de cuál le sería el régimen fiscal aplicable y el dinero que debía pagar.
Pretende averiguar si es habitual desviar dinero «a sociedades constituidas por los mismos asociados», en referencia a las empresas vinculadas a Urdangarin y Torres que se investigan en esta causa.

Y es que Horrach no solo pide a Hacienda un informe sobre el Instituto Nóos, sino también sobre las nueve empresas y fundaciones vinculadas a Urdangarín (una de ellas, Aizoon, propiedad también de su esposa, la infanta Cristina).
Respecto de una de ellas, De Goes Center for Stakeholder Management, radicada en Londres y filial de una sociedad con sede en Belice, el fiscal pregunta la «trascendencia fiscal» de sus vinculaciones con Nóos, teniendo en cuenta, añade, «que presuntamente el trasvase de fondos del Instituto Nóos hacia la compañía inglesa se realizaba bajo la cobertura de facturas ficticias».

Otro aspecto que quiere saber es si Nóos recibió facturas en concepto de gastos de sociedades residentes en paraísos fiscales.
De la red de empresas que supuestamente usaron Urdangarin y Torres para desviar el dinero, el representante del ministerio público pide un informe sobre si utilizaron facturas falsas para justificar sus gastos.
A la hora de elaborar todos estos informes, Horrach recalca tres aspectos: que Nóos y las empresas vinculadas compartían el mismo domicilio social, que también usaban los mismos empleados y que, finalmente, estos trabajadores declararon que actuaban bajo la dependencia de Urdangarin y Torres como jefes o directores.