El Ayuntamiento de Santa Eulària aprobó ayer por unanimidad los avances de los planes especiales de ordenación de las zonas turísticas de Cala LLenya-La Joya y es Figueral, así como su exposición pública durante dos meses.

Según el alcalde, Vicent Marí, el objetivo de los planes especiales es potenciar en estos núcleos el uso turístico en detrimento del residencial. «¿Por qué?, porque la convivencia entre el residente de todo el año y el residente turístico siempre crea algún tipo de problemas», explicó.

En total, Santa Eulària ha delimitado ocho zonas turísticas. A Cala Llenya-La Joya y es Figueral, se le suman es Canar, Cala Llonga, Roca Llisa, Siesta, Cala Pada-s’Argamassa y Cap Martinet, que también se ordenarán con planes especiales.

En este sentido, Marí recordó que con la aprobación de las normas subsidiarias, el Consistorio encargó a despachos de arquitectos de la Isla, a través de un convenio con el Col·legi d’Arquitectes, la elaboración de estos planes. Todos ellos con un mismo objetivo: «desincentivar la existencia en una misma zona de usos residenciales y turísticos» para evitar problemas de convivencia y para establecer que estas áreas solo podrán contar con infraestructuras relacionadas con el turismo y no con equipamientos deportivos o escolares, más propios de otros núcleos de población de primera residencia como Jesús o Santa Gertrudis.

En contra de la Llei Turística

La oposición dio su voto a favor, sorprendida porque va en contra de la nueva Llei General Turística, que abre la puerta a la compatibilidad entre los usos turísticos y residenciales, creando figuras como los condoteles. «Nos sorprende que no coincida con la doctrina que Bauzá y Delgado promulgan desde el Govern», aseguró el portavoz de PSOE-Pacte, Vicent Torres. Por su parte, el concejal de ExC, Mariano Torres, dio su apoyo porque «se hace lo que se tiene que hacer» a pesar de «ir en contra de las directrices que establecen otras instituciones».

Tras finalizar el pleno, el alcalde explicó que aunque la nueva Llei permite compatibilizar usos residenciales y turísticos, durante su tramitación, Santa Eulària y la Felib «hicieron una serie de propuestas que fueron recogidas en la aprobación definitiva». Las mismas, según Marí, suponen que «cualquier cambio de uso que se quiera producir en una zona turística requiera de un informe vinculante por parte del Ayuntamiento». «Con la elaboración de estos planes queda claro que todos los informes de transformación de equipamientos hoteleros turísticos en residenciales quedan totalmente imposibilitados porque no es la línea que queremos seguir desde el Ayuntamiento», dijo el alcalde.

También en materia urbanística, Santa Eulària ha creado la Comisión Técnica de Patrimonio y Urbanismo para dar cumplimiento a una «imposición» del Consell. La misma estará compuesta por arquitectos, técnicos de patrimonio y juristas, y será la encargada de tratar los permisos de obras para casas payesas y elementos patrimoniales del municipio. También será el máximo órgano de interpretación de las normas subsidiarias en caso de discrepancias. «Pero no queremos que la comisión ralentice la tramitación de estos expedientes; al contrario, queremos que sea ágil», destacó Marí.

Por otra parte, también se aprobó la creación de un registro de instrumentos de gestión y planeamiento urbanístico, donde se inscribirán todos los criterios de interpretación aplicados y se reunirá toda la normativa urbanística aprobada hasta el momento.