El presidente de la gestora de la Federación Socialista de Eivissa (FSE-PSOE), Joan Boned, aseguró ayer que no está preocupado por la intención de 200 afiliados socialistas de abandonar el partido. «Hay absoluta libertad para entrar o salir del PSOE, todo el mundo es muy libre», explicó Boned, que aseguró que oficialmente no ha tenido constancia de que estos seguidores de la corriente crítica se vayan a marchar o que hayan dejado de abonar las cuotas, ya que esto en todo caso se verá cuando se vuelva a pasar el pago. «Solo ha habido un anuncio, si hubiera realidad y hechos nosotros lo sabríamos», matizó Boned, que aseguró también que no harán «nada» para evitar que la gente se vaya pese a que actualmente el PSOE ibicenco solo tiene 400 afiliados. «Lo que podemos hacer es preguntar los motivos, pero no haremos presión para que alguien se quede», dijo el presidente de la gestora, que añadió que «a veces no se sabe si compensa mantener a alguien que está incómodo dentro del partido». «Igual una temporada hay más militantes y otra menos, pero es importante que quien esté dentro quiera trabajar y poco a poco iremos sumando», opinó.

También cree que si estos militantes están incómodos deberían expresar su discrepancia en el interior del PSOE «sin llegar a estos extremos». «Si no quieren participar de los recursos que el partido pone en tus manos para discrepar es cosa suya», agregó Boned.

Respecto a la baja de la crítica Dessiré Ruiz, que se marchó del partido por su «discrepancia con los órganos de dirección del partido», Boned indicó que ahora los expedientes disciplinarios que había abiertos contra ella ya no tienen sentido. El resto de expedientes, abiertos a los también críticos Javier Pina y Antonio Roldán, siguen su curso y no se ha abierto ninguno nuevo.

Por otro lado, Boned confirmó que las asambleas municipales de las que deben salir los nuevos líderes socialistas se han aplazado hasta octubre, probablemente a la última semana para fomentar la participación.