El dirigente del sector crítico Antonio Roldán pidió ayer la dimisión del presidente de la gestora de la Federación Socialista de Eivissa (FSE-PSOE), Joan Boned, porque asegura que no ha hecho «absolutamente nada» para normalizar la vida del partido y solo se ha dedicado a «machacar» a dirigentes de su corriente abriéndoles expedientes. «No he visto que abran expedientes a las personas que propusieron en el congreso que todo el mundo se fuera y eso en los estatutos está tipificado como falta muy grave. Y tampoco han investigado que una persona soltó 250 euros a otra para no sé qué de unos trabajos cinco minutos antes de que empezara un «congresillo», dijo Roldán, que no quiso dar más detalles de este último punto.
El crítico también lamentó que Boned solo se haya dedicado a «decir mentiras» y hacer ver que «son culpables de todo» sin interesarse en conocer la verdad. Roldán explicó que ni él ni Pina (ambos expedientados por la gestora) conocen al delegado al que presuntamente obligaron a renunciar, Prudencio Hortelano. También se pregunta por qué no se ha abierto expediente a la persona que puso tippex al libro de entradas y salidas de la FSE, que fue una administrativa que trabajaba para el partido. «Ojo, que el tippex estaba bien puesto, pero si ellos hablan de eso para poner expedientes ¿por qué no se le ha abierto expediente? ¿Y por qué no se expedientó a nadie de la Mesa del congreso si fueron ellos los que modificaron el censo?», dijo Roldán, que insistió que solo buscan culpables en el sector crítico para quitárselos de encima «uno a uno».
También lamentó las declaraciones de Boned, que dijo que no haría nada para evitar que se marcharan 200 afiliados del sector crítico del partido (hay 400 en total) y animó a que se marchara a quien estuviera «incómodo». «Los que están incómodos son ellos con nosotros , igual es que hay personas, como Boned, que lleva 24 años con cargo público, que tiene miedo a que eso se le acabe. Y no tiene por qué, porque nadie ha dicho de hacer nada contra nadie, pero queremos que se arreglen las cosas y que el partido nos tenga en cuenta», dijo Roldán, que no ve «normal» que al presidente de la gestora («que está puesto a dedo») le dé «igual» que se vayan 200 personas del PSOE cuando solo hay 400 afiliados.
También aseguró que los críticos siempre han querido arreglar los problemas y están dispuestos a «hablar de todo», pero no a que les «ignoren». También lamentó que no se haya convocado ni una asamblea en Vila ni un Comité Insular para explicar qué pasó en el congreso y que estas reuniones solo se han hecho en Sant Josep, Sant Antoni y Santa Eulària, agrupaciones que dominan los oficialistas.