Un bañista sigue tomando el sol en la cala pese a que la cinta policial advierte del peligro por el vertido.

La playa de Punta Xinxó se despertó ayer con un «buen susto». Concretamente, un sobresalto provocado por una fuga de aguas residuales procedentes de la estación de bombeo y una alcantarilla que hay en la playa. Alejandro Paez, encargado del alquiler de esquí acuático, vio cómo sucedió todo: «No había todavía mucha gente en la playa; eran las diez de la mañana cuando, de repente, de la caseta blanca [la estación de bombeo] empezó a salir agua y más agua». Según relata Paez, que trabaja desde hace más de diez años en esta playa, una hora después la fuga estuvo solventada y la Policía Local precintó la orilla para evitar que los turistas se bañaran. Ya con la cinta que cortaba el acceso al mar, muchos fueron los turistas que se acercaron a preguntarle. «Nos preguntan ¿por qué está esa cinta colocada en la orilla?. Se lo explicamos y ya está», precisó. Este profesional recordó que «más o menos una vez al año ocurre esto».

Lo cierto es que a primera hora de la tarde de ayer pocos eran los turistas que quedaban en la arena de esta playa oliendo lo que horas antes había sido «un perfume insorportable», tal y como comentó una turista. «Es la primera vez que vengo a Eivissa de vacaciones. Nos han dicho que la playa está cerrada por la contaminación de aguas residuales en el mar. Hoy seguro que no me baño», explicó Katherine Williams, una turista de Reino Unido, que como no se podía bañar optó por leer. Camila, en cambio, jugaba en la arena con su hija de siete años: «Nos ha parecido raro que hubiera una cinta en la playa. Hemos preguntado y nos han dicho que es porque hay muchos hoteles en la zona».

Más fugas

Al parecer, y según comentaron los trabajadores de la playa, la misma estación de bombeo tuvo también una fuga a última hora de la tarde del jueves. «Lamentablemente esto ocurre siempre en verano y no sólo en esta playa. Las estaciones de bombeo se hicieron antes que los hoteles y lógicamente no aguantan todo lo que deberían», explicó Isabel Garay, una camarera de la zona. En este sentido puntualizó que «quizá» la solución podría darse si se actualizaran el mecanismo de bombeo de estas aguas sucias.

Con la playa precintada se procedió a la recogida de muestras del agua para determinar si el baño era apto o no.