Ani y Raquel en el puesto del aeropuerto de Eivissa.

Por la mañana, Eivissa es un no parar de turistas que pasean por las calles más céntricas de la ciudad. Los que van más preparados transportan pesadas guías en sus mochilas, otros más modernos consultan el GPS de su móvil de última generación cuando se pierden y muchos turistas más van con las manos vacías. Éstos últimos utilizan el método que expresa el dicho ‘preguntando se llega a Roma’, aunque no les sea muy eficaz. Su última esperanza es encontrar una Oficina de Información Turística que les diga el camino a seguir.

En la Isla hay diez oficinas que informan sobre el lugar escogido por los turistas que quieren disfrutar de sus días libres. En el municipio de Eivissa, uno de los más concurridos, hay cuatro establecimientos: uno en Dalt Vila, otro en el puerto aunque solo está abierto un par de horas por la tarde, uno en el parque de la Paz y el último en Vara de Rey.

Hace pocos días se anunció que la oficina de turismo de Vara de Rey, a la que se dirigen la mayoría de turistas que pasean por Eivissa, cerraría a finales de esta temporada ya que el empresario ibicenco Abel Matutes la ha adquirido.

La pregunta que mucha gente se hará actualmente es qué oficina substituirá a la de Vara Rey, que por estar es la zona más céntrica de la ciudad, era la que más turistas acogía.

Turistas desinformados

La preocupación que ahora debería afectar a los políticos encargados de gestionar el turismo en las Pitiüses es qué pasará con aquellos turistas que dependen totalmente de las Oficinas de Información Turística para planificar su viaje y visitar las cosas más importantes de la Isla. Caty y Lorena, las informadoras de la oficina de Vara de Rey, explican que «durante el día los turistas no dejan de entrar y preguntar qué pueden visitar, tanto monumentos y elementos culturales como playas del municipio». Y añaden que es «una de las oficinas más concurridas del municipio». En quince minutos más de diez personas entran al céntrico establecimiento, entre ellas Cristina, Lolo y Franklin salen muy contentos con la información que han recibido de las dos informadoras. Según Lolo, la turista de Lugo, la información y «los consejos» proporcionados en la oficina de Vara de Rey le serán muy útiles durante sus vacaciones y evitarán «lugares desagradables a los que, en un principio, iba a visitar», explica.

En los municipios, las preguntas que realizan los turistas no son las mismas. Según Verónica, la empleada de la caseta de Santa Eulària, los veraneantes suelen preguntar más por las playas cercanas al municipio, qué ver en la población y los horarios de autobús para desplazarse a Eivissa. Gerda, de la oficina de Sant Antoni, suele recibir turistas que preguntan por la forma más barata de llegar a Formentera, por el calendario de fiestas de las discotecas y también por los horarios de autobús. En el aeropuerto, Ani y Raquel responden a preguntas más rápidas y concretas: cómo llegar a la ciudad o dónde poder alquilar un coche son las dos más frecuentes que realizan los impacientes turistas que tienen prisa por empezar sus vacaciones. En cambio, los turistas que se dirigen al centro de Vara de Rey piden visitar playas y calas de toda la Isla, más elementos culturales y los mercadillos hippies.

Planificación

Aunque no debería ser ese su trabajo, casi todos los empleados de las oficinas de turismo de la Isla planifican las vacaciones de los turistas. Muchos veraneantes viajan a Eivissa sin haberse informado previamente y éstos se dirigen a los puntos de información pidiendo qué hacer durante los días que vienen de vacaciones. Es el caso de Gerda, la informadora de la oficina de Sant Antoni, que planifica la semana que Krstina disfrutará en Eivissa.