Marc Costa, Julián Aguilar, Toni Roldán y Javier Pina, en una conlictiva asamblea de la junta local.

La brecha que hay entre los socialistas de Eivissa hará que el partido esté dirigido no por una, sino por dos comisiones gestoras. A la que ya preside la Federación Socialista (FSE-PSOE) a nivel insular, se le sumará ahora una gestora propia para la junta local del municipio de Vila. Como ya adelantó Ultima Hora Ibiza y Formentera los seis dimisionarios del sector crítico han comunicado que su decisión es irrevocable y han dejado al hasta ayer al secretario general, Marc Costa, y a los otros dos miembros de la ejecutiva, en clara minoría.

Por ello, ayer mismo la federación ordenó la disolución de este órgano colegiado e inició el proceso para nombrar la gestora que debe presidir la agrupación hasta la celebración de la próxima asamblea, de la que deben salir los nuevos cargos de la junta local, y que está prevista para finales de octubre.

Según el comunicado remitido por la propia federación, «durante toda la semana, la FSE ha mantenido contactos con los miembros dimisionarios para pedirles que reconsideraran la decisión, pero estas conversaciones no han dado resultado positivo». «Atendiendo aquello que establecen los estatutos del partido, la FSE pide el nombramiento de un comisión gestora que se encargue de la agrupación hasta la celebración de la asamblea que tiene que escoger una nueva ejecutiva».

En este sentido, el presidente de la gestora de la federación, Joan Boned, explicó que esta solicitud se eleva al Partit Socialista de les Illes Balears (PSIB), que hará una propuesta sobre la integración de la gestora, teniendo en cuenta la opinión de la comisión de la FSE, presidida por él mismo e integrada por miembros oficialistas a los que se oponen los críticos dimisionarios.

Después, la ejecutiva federal del partido será la que apruebe de forma definitiva la gestora de Vila.