Lina Linero es una de las adjudicatarias de las VPO que se sortearon ayer. | (c) Sergio G. Canizares

El Ayuntamiento de Eivissa y el Institut balear de la vivienda (Ibavi) sortearon ayer las 14 viviendas de protección oficial (VPO) de Can Cantó, la última promoción construida por la empresa pública Imvisa, a través del Plan Municipal de Vivienda iniciado en la anterior legislatura. Es la cuarta promoción de un proyecto que se debía completar con un último edificio de 25 viviendas en el Paseo Marítimo, que finalmente no se construirá. Detrás de sí, el plan de viviendas deja las VPO de Dalt Vila (8), Platja d’en Bossa (38), primera promoción de Can Cantó (30) y esta segunda ubicada en el mismo barrio.

Según la alcaldesa, Marienna Sánchez-Jáuregui, aún queda en cartera la rehabilitación de tres viviendas de las calle Alt ubicada en la manzana más conflictiva de sa Penya (UA-27), que primero se tiene que expropiar y desalojar, para después rehabilitar. Es decir, un proyecto para el que todavía tiene que llover y mucho. Tanto, que incluso para entonces, la propia empresa municipal podría haber desaparecido o estar intervenida por el Consistorio, según anunció Sánchez-Jáuregui.

Una mano muy inocente

«Creo que para noviembre estará disuelta Itusa, y como Imvisa tiene que asumir los activos y los pasivos, a partir de ahí decidiremos si se puede disolver o si se hace una intervención de la sociedad por parte del Ayuntamiento», destacó la alcaldesa, para quien la «mala gestión de años anteriores» ha provocado que ambas empresas estén en una situación «bastante delicada». También recordó que ya en campaña electoral anunció que «lo mejor sería que las empresas públicas desaparezcan».

Por otra parte, Israel, con solo dos años y medio, fue el protagonista absoluto del sorteo al aportar su mano inocente para el sorteo. El pequeño, hijo de una de la adjudicatarias de las viviendas, fue el encargado de coger los sobres que ligaban el nombre del aspirante con su futura vivienda, ya que lo que decidió ayer por sorteo fue si los adjudicatarios se quedaban con bajo, un primero o un segundo piso de la promoción. Para ello, se convocó a los 14 demandantes y a algunos de la lista de reserva. El sorteo era presencial, con lo cuál, la ausencia de un adjudicatario hacía correr la lista para que entrara el primero de la reserva.

Esta suerte solo la tuvo ayer la joven Lidia Linero, que junto a su novio logró un piso de dos habitaciones debido a la ausencia de uno de los candidatos. «Me dijeron ven prueba, a ver si hay suerte», explicó Linero, que hacía «mucho tiempo» que se había inscrito en el Ibavi. Al igual que el resto de los adjudicatarios, salía con una carpeta con todos los detalles de su futura vivienda y de los trámites que le quedan por hacer. «Nos dieron hasta el 20 de noviembre para entregar todos los papeles, pero nosotros cuanto antes mejor, porque ahora vivimos de alquiler», afirmó la joven, a quien le falta prueba de fuego: ver si logra conseguir una hipoteca del banco.

Al sorteo también faltaron otros adjudicatarios a los que, sin embargo, se les dará una nueva oportunidad porque habían sido mal notificados. Por ello, algunos demandantes que habían acudido al sorteo como reserva se quedaron con mal sabor de boca. Ellos, al igual que otros 600 demandantes, seguirán formando parte de la lista del Ibavi de los que aspiran a tener una vivienda en Eivissa a precio asequible.