Mientras dos empleadas de Iberia se mantienen en sus puestos de trabajo, un piquete sindical recorre la terminal aeroportuaria sin provocar mayores incidencias. | Sergio G. Canizares

En algunos lugares del país la tensión social subió varios grados de temperatura, pero en Eivissa y Formentera se mantuvieron los nervios dentro de la zona de control y no se registraron incidentes reseñables en la jornada de protesta convocada a nivel nacional por los sindicatos mayoritarios (UGT, CC. OO, USO y STEI-i) en protesta por la política de recortes que lleva a cabo el Gobierno de España por la crisis de la deuda soberana. De hecho, se registró un mayor seguimiento respecto a la anterior huelga general de marzo, pero no de forma que se lograra paralizar el normal funcionamiento de las Pitiüses.

Y como en otros puntos de España, lo que no se consiguió con adhesiones a la inactividad laboral se mejoró notablemente en la marcha vespertina de protesta, donde un notable número de personas, hasta 6.000 según algunas fuentes, sí hicieron expreso su descontento respecto a la política económica del Partido Popular.

De nuevo fue en las Pitiüses el ámbito público el que menos reparos tuvo en secundar la huelga, porque el ámbito privado funcionó, con mínimas excepciones, con total normalidad. Así, cualquiera que tuviera que resolver algún asunto en dependencias locales, insulares o autonómicas no tuvo ningún problema en hacerlo. Más sentido de conjunto demostraron, una vez más, los docentes. En colegios e institutos sí que se notaba que la jornada había conseguido un cierto éxito entre profesores y maestros. En el ámbito sanitario también se registraron mejores cuotas de seguimiento, pero aún así tampoco se paralizó de manera inapelable el funcionamiento del sistema de salud.

Pese a que la contestación institucional rebatía la incidencia, los sindicatos valoraron en positivo la respuesta obtenida en las calles por la mejora respecto a la anterior protesta.

Precisamente, el Govern estimó ayer que en el ámbito público la media de seguimiento había sido en torno al 26 por ciento, mientras que las valoraciones de distintas patronales reducían mucho más en el ámbito privado la adhesión a la llamada sindical. En las instituciones públicas pitiusas el seguimiento quedó alrededor de esta media, aunque en algunos casos suponían una mejoría respecto al 29M.

Por su parte, los sindicatos quisieron recordar que «es una huelga política, sí, porque es una huelga contra las decisiones políticas y medidas económicas y sociales que afectan a todos los ciudadanos».

Menorca fue, de todas las Balears, la isla que registró una mayor incidencia de protesta aunque fue Mallorca la que registró los incidentes más violentos, por los que se produjeron dos detenciones y en los que hubo hasta cinco policías heridos.

Los sindicatos admiten más participación de la que esperaban
El secretario general de UGT en Balears, Lorenzo Bravo, admitió ayer que no esperaban un seguimiento como el logrado ayer en algunos lugares del archipiélago, por lo que no dudó en expresar su satisfacción: «Ha habido más participación de la que esperábamos». Por su parte, Katiana Vicens, secretaria general de Comisiones Obreras, agradeció a los ciudadanos que «hayan perdido el miedo» y se hayan movilizado en la segunda huelga general del año.

El descontento de los funcionarios también se deja notar
Tanto en los ayuntamientos como en el Consell d’Eivissa y Formentera el número de funcionarios que secundó la huelga de ayer superó el número registrado en la pasada convocatoria de finales de marzo. Así en la máxima institución de Eivissa siguieron el paro un 12 por ciento de los trabajadores frente al 4,32 por ciento que lo hicieron en marzo. En Formentera, por su parte, la cifra se duplicó al pasar del 10,8 por ciento de la plantilla en huelga frente al 20,18 por ciento que lo hizo ayer, es decir 45 trabajadores de los 223 que hay.
Por ayuntamientos también aumentaron las cifras. En Vila secundaron ayer la huelga el 21,38 por ciento de los 421 trabajadores. Según el comunicado remitido ayer por el Consistorio, en marzo secundaron la huelga el 21,7% mientras que en las hemerotecas se habla de un 22,48%. En Sant Josep secundaron la huelga un 21 por ciento, es decir 28 trabajadores de 131 (en marzo lo hicieron solo 14 de 202). En Santa Eulària no acudieron a su puesto de trabajo cuatro personas de las 221 (en marzo solo fue una persona que se adhirió a su derecho de huelga) y en Sant Antoni secundaron la huelga siete personas de las 50 que trabajan en el mismo ayuntamiento, es decir, un 15% (en marzo lo hicieron cuatro personas de los 168 trabajadores contabilizados).