Cuatro mesas, ocho bancos y nueve sillas es todo el mobiliario con el que cuenta la sala de vistas de unos 35 metros cuadrados en la que prestará declaración mañana Iñaki Urdangarin y a la que asistirán unas 40 personas contando con el juez, las acusaciones y los abogados defensores.

Urdangarin comparecerá en la sala de vistas del juzgado de Instrucción número 3 de Palma, más pequeña que la sala F donde declaró la primera vez en esta causa, el 25 de febrero de 2012, pero equipada con la cámara que hará posible que se grabe la declaración, a diferencia del año pasado.

El duque de Palma se sentará frente al juez, con un micrófono delante y de cara a la cámara de grabación, y tendrá además una pequeña mesa por si necesita contar con documentación.

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A su derecha estarán las acusaciones: los dos fiscales, Pedro Horrach y Miguel Ángel Subirán; los representantes de la Abogacía del Estado en nombre de la Agencia Tributaria y de las comunidades autónomas de Baleares y Valencia, como acusación particular; y la abogada del Sindicato Manos Limpias, que ejerce la popular.

A su izquierda se situará su abogado, Mario Pascual Vives, así como el de Carlos García Revenga -que prestará declaración como imputado cuando termine el duque de Palma-, y el de su exsocio, Diego Torres.

Los más de veinte abogados defensores deberán repartirse en los ocho bancos de madera habilitados para las defensas.

Además del mobiliario, los únicos adornos con los que cuenta la austera sala son los obligatorios: las banderas de España y de Baleares, y un retrato del rey Juan Carlos.