El futuro de lo que hoy es la estación marítima preocupa a los comerciantes. | M. TORRES

Los comerciantes de la primera línea del puerto y del barrio de la Marina ven con inquietud e incluso «algo de recelo» el anuncio que hizo hace una semana el presidente de la Autoritat Portuària (APB) que, tras anunciar finalmente que se decantan igual que las instituciones pitiusas por los muelles comerciales, especificó que en la zona del muelle norte (o es Martell) tendrá que haber «por lo menos», tal y como explicó, un edificio dedicado a los servicios comerciales con restaurantes, cafeterías, bares y una oficina de información turística, por ejemplo.

La junta directiva de la Asociación de Vecinos y Comerciantes del Puerto se reunió el pasado miércoles para analizar la decisión de la APB y las palabras de su presidente: «Al principio del proceso, la APB nos enseñó un proyecto que correspondía a que todo el tráfico estuviera en es Martell; es el proyecto que tienen hecho. Creo que la decisión institucional pitiusa les pilló un poco con el pie cambiado», explicó Joaquín Manuel, vicepresidente de este colectivo, quien precisó que optan por la creación de «una plaza pública, donde se puedan hacer actuaciones musicales en directo, por ejemplo» y de esta manera «que se convirtiera en una zona para los vecinos».

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