Juan Daura y Marienna Sánchez-Jáuregui en una rueda de prensa anterior. | Marco Torres

La carta de la alcaldesa Marienna Sánchez-Jáuregui al responsable de Hacienda Juan Daura, y la respuesta del concejal dan una idea muy clara de la pésima relación que tienen la primera edil y su número dos. Al saltar el escándalo a la luz pública, tras la Comisión de Hacienda en la que se dio cuenta de las facturas irregulares por 39.000 euros, la alcaldesa le remitió un carta a Daura para pedir «una explicación fáctica, por escrito, de los hechos que han provocado la presunta actuación irregular», así como también le exigió una explicación de por qué no le comunicó «inmediatamente» que la interventora «que depende de tu servicio y por tanto de ti» había emitido un informe desfavorable. «Por qué permitiste que se llevara a la comisión informativa, previa al pleno, una actuación irregular», cuestionó a la alcaldesa, que exigió una respuesta en un plazo de 24 horas, y recordó a Daura que es «el total y absoluto responsable» del área económica y que tiene la competencia delegada. También le señaló que «en el Decreto de Delegación de Competencias, se hace constar que legalmente el concejal Delegado tiene el deber y la obligación de informar al alcalde/sa de todos los asuntos, pero especialmente y sin excusa alguna los que son de carácter trascendente».

Este escrito de la alcaldesa tiene fecha del 30 de marzo y la respuesta de Daura llegó el 3 de abril. En su carta, el concejal manifestó su sorpresa ante Jáuregui porque «con su larga experiencia como funcionaria, no sepa que las facturas que se llevan a reconocimiento extrajudicial, llevan por defecto reparos». El concejal destacó que tanto él como la interventora recibieron «presiones» por parte del gabinete de Alcaldía para aprobar los pagos y que entendió y dio por hecho «que conocía que pasar las seis facturas de esta empresa y este importe, lógicamente llevaría reparo». «De hecho, ya lo habíamos comentado que pasaría», añadió el edil, que afirmó que los grupos de la oposición no mencionaron que las facturas llevaran reparo «sino que fueran de noticias». «Independientemente de la falta de comunicación entre ambos notable, me da la sensación de que se quiere matar al mensajero y no al responsable de tal desaguisado», criticó Daura.