Los vecinos han decidido rebelarse contra el ruido y, juntos o por separado, comienzan a tomar cartas en el asunto. Por un lado, la Asociación de vecinos de Puig des Molins se reunió el jueves para asesorar a aquellos afectados interesados en presentar quejas o denuncias. Por el otro, un vecino de Platja d’en Bossa se dirigió ayer directamente al Juzgado de Instrucción Nº 1 e interpuso una denuncia contra «la contaminación acústica» que provocan los beach clubs y party boats de su zona debido a «la falta de regulación».

Según el denunciante, el volumen al que funcionan estos establecimientos y fiestas en barcos «altera la vida ciudadana durante casi todo el día» y por ello solicita «que se controlen estos impactos musicales para que se ajusten a las normas vigentes». Al parecer, es la segunda denuncia que se interpone ante el juzgado por este tema.

No llegaron tan lejos los vecinos de Puig des Molins pero van de camino. La presidenta de la asociación vecinal, Mari Carmen García Campos, explicó que el jueves tuvo lugar la reunión mensual de la agrupación y que, como cada inicio de verano, se dedicó a la contaminación acústica. Según detalló, unas trece personas se acercaron para informarse sobre cómo quejarse o denunciar las molestias que padecen a causa del ruido de los beach clubs de Platja d’en Bossa. García destacó que muchos de los interesados son vecinos que ni siquiera son socios pero que al verse afectados buscaban informarse sobre los pasos a seguir para hacer valer su quejas.

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