Miembros de la Guardia Civil y de la Policía Local precintaron ayer los accesos al complejo turístico.

El Ayuntamiento de Sant Josep precintó ayer los accesos al complejo turístico ilegal Casa Lola, que en los últimos meses ha hecho caso omiso de las órdenes municipales de parar las obras. Para ejecutar esta medida los técnicos municipales fueron ayudados por tres miembros de la Policía Local y cinco agentes de la Guardia Civil.

Cuando llegaron allí no pudieron entrar a la vivienda y los trabajadores que se encontraban en su interior no quisieron identificarse. Ante esta situación los técnicos y los agentes procedieron a precintar, con cinta y con cadenas, las cuatro puertas de acceso y dejaron libre una pequeña puerta, por la que no pueden pasar vehículos, para que estas personas, presuntamente empleados de la finca, puedan abandonar el recinto. Según explicó el concejal de Urbanismo, Javier Marí, ayer no se pudo apreciar que estuvieran haciendo obra y con estos precintos lo que se conseguirá es que no se pueda entrar maquinaria. «Evidentemente los pueden romper y también pueden saltar la valla, pero lo que haremos nosotros es comprobar que los precintos siguen cerrados», indicó el regidor.

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