Pasajeros esperando el embarque en la nueva zona de es Botafoc. | (c) Sergio G. Canizares

El presidente de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), Jose María Urrutia, ha reconocido hoy en Eivissa que los nuevos muelles de Botafoc, que acogen desde ayer todo el tráfico regular de pasajeros y mercancías de la isla, presentan algunas deficiencias de operatividad que son necesarias solventar.

Urrutia ha llegado hoy en ferri desde Palma en el momento en que los nuevos muelles estaban ocupados por cuatro buques y un crucero, aunque ayer, en su primer día, estas instalaciones solo acogieron dos barcos, uno por la mañana y otro por la tarde.

«Hoy es un día de pruebas, de ver si las cosas se ajustan a cómo las habíamos pensado y de tratar de ajustar toda la operativa en un día de carga intensa de trabajo», ha explicado el presidente de la ATB.

En su opinión, el traslado a esta zona del puerto «está yendo razonablemente bien, lo que no quiere decir que no haya dificultades y que no haya que modificar o ajustar cosas».

Esta tarde está prevista una reunión entre representantes de Autoridad Portuaria, que liderará el presidente, con navieras y consignatarios de las nuevas instalaciones para analizar deficiencias como la asignación de atraques, circulación de vehículos, señalización o problemas con las puertas.

«Evidentemente hay cosas que mejorar», ha dicho Urrutia, quien ha avanzado que ya está previsto que se instalen zonas de sombra para vehículos y pasajeros mediante parasoles y pérgolas.

«No estamos en peores condiciones de las que estábamos en La Marina», ha incidido.

Sobre las pasarelas para el embarque y desembarque de pasajeros, el presidente de la APB ha asegurado que la primera entrará en funcionamiento este verano y el resto en cuatro o cinco meses, «una por muelle, más una central que las enlazará, y cinco móviles para realizar el embarque y desembarque de los barcos sin pisar el muelle».

El próximo paso para la consolidación de la infraestructura portuaria será la construcción de una estación marítima provisional de 1.500 metros cuadrados.

La estación definitiva no se levantará hasta que no se compruebe que todo funciona correctamente por si fuera necesario ajustar su diseño para mejorar la operativa de tráfico y de pasajeros