Ya en el año 2010 la revista TTG del touroperador Classic Collections consideraba a Eivissa como un referente mundial para el sector del turismo de lujo. «Sus hoteles de cinco estrellas, su oferta de spas y de villas tranquilas en el interior» la hacían acreedora de este calificativo según la publicación. Sin embargo, aún no habían llegado a la Isla fenómenos como el del Ushuaïa o el de los beachclubs en primera línea de playa que en los últimos años han ayudado a aumentar la fama de Eivissa entre el turismo de gente adinerada.

Cada vez son más los usuarios considerados VIP (Very Important People) que acuden a la Isla motivados por una serie de servicios y atenciones que no encuentran en ningún otro lugar. El abanico de deportistas, actores, cantantes o personajes del mundo social se ha abierto y cada vez es más común ver a ciudadanos con alto poder adquisitivo llegados de todas partes del mundo llenando beach clubs o restaurantes de alto nivel en Eivissa.
Pero para que todo este mundo funcione y genere ingresos es necesario que detrás trabaje un amplio número de empleados en todos los sectores, desde camareros a cocineros, pasando por personal de mantenimiento, jardineros, animadores, o incluso VIP Manager.

Una situación que genera muchísimos puestos de trabajo en temporada estival en Eivissa y, también, muchas solicitudes de personas llegadas de todos los rincones del mundo en busca de una oportunidad. «A principios de junio llevamos a cabo una jornada de open jobs a la que se presentaron unas 2.000 personas desde las once de la mañana a las seis de la tarde y de ellas sólo pudimos seleccionar a unas 150», explica Jorge Grandinetti, general manager del Ocean Beach Club de Sant Antoni.

Condiciones especiales
No todo el mundo puede en el sector de la hostelería de lujo. Hablar varios idiomas, una buena presencia física, experiencia al más alto nivel y estar dispuestos a trabajar muchas horas son requisitos imprescindibles. «Experiencia, idiomas, actitud, estar acostumbrados a ofrecer los mejores servicios a personas de muchos países, tener siempre una buena sonrisa y, sobre todo, estar dispuesto a trabajar en equipo bajo el sol, sabiendo que Eivissa no da segundas oportunidades, son condiciones imprescindibles para trabajar con nosotros», explica Grandinetti.

En este sentido, Eivissa se convierte durante el verano en una auténtica Torre de Babel con trabajadores venidos desde todas partes del mundo. Austriacos, polacos, argentinos, ingleses y por supuesto españoles, trabajan codo con codo y cada uno con motivaciones muy diversas. «Yo soy austriaca, hablo siete idiomas, tengo experiencia en países de todo el mundo como Dubai, donde fui VIP Supervisor del hotel Atlantis, de cinco estrellas y con el parque acuático más grande de Oriente Medio, y ahora trabajo aquí porque estoy enamorada de Eivissa», explica Helga Szilagyi, camarera VIP de un conocido beach club resumiendo el sentir de muchos de los trabajadores de este sector.

Precisamente, el sector del turismo de lujo crea puestos de trabajo que muchos ciudadanos no saben que existen. Conceptos como el de VIP Manager (Coordinador de la gente importante que acude al local); VIP Superviser (Supervisora de la gente VIP) o Bartender (coctelero) están a la orden del día. «Mi trabajo consiste en intentar que acudan los famosos a nuestro beach club, coordinarlos, que no les falte de nada, que estén contentos y hace todo lo posible para que repitan al año que viene», resume Lord Johnny Harris, un menorquín de padres ingleses que es el VIP Manager de Ocean Beach Ibiza.

Aún así, no todos llevan adosado a su puesto laboral las siglas VIP. También hay camareros, electricistas, personal de seguridad, personal de mantenimiento o personal de limpieza. Porque sin ellos, con o sin dinero, ningunas vacaciones serían igual.