Gran cantidad de gente se concentra en la pista de baile improvisada. | Natalia Navarro

La proliferación de las boat parties es una realidad. Casi todos los días se celebra alguna cerca de Sant Antoni y cada vez son más las empresas que apuestan por este tipo de ocio. ‘Pukka up’ y sus eventos sobre las aguas están revolucionando el panorama festivo ibicenco. Para descubrir el motivo de su éxito dos periodistas de Ultima Hora Ibiza y Formentera acudieron el martes a una de las más conocidas. 65 euros por una consumición y entrada a una discoteca de Sant Rafel incluida; es decir pre-party, fiesta en el barco y más fiesta en una discoteca después. Un plan perfecto para los turistas que vienen exactamente a eso, a no fiesta continua.

Desde primera hora de la tarde, las colas para subir a los catamaranes son una locura. Hay varias filas de personas porque a la misma hora salen cinco embarcaciones del puerto de Sant Antoni. Ante semejante oferta, las dos periodistas tardan en decidir cuál será el barco más animado, aunque más tarde se darán cuenta que hubiera sido imposible fallar. Antes de zarpar, la música empieza y con ella la venta de alcohol. La entrada da derecho a una consumición gratis, un vodka con naranja de calidad discutible.

La parte superior del barco, que está habilitada como pista de baile, se mueve mucho, pero eso no impide que la fiesta y el baile den comienzo. La ropa brilla por su ausencia y después de una hora, todos se hacen con el movimiento, aumentan los decibelios y los clientes enloquecen al escuchar los grandes temas del momento.