Imagen de un grupo de turistas holandeses llegados al aeropuerto de Eivissa. En temporada alta, aviones regulares y chárters vienen llenos desde este país. | AMANDA AGUADO

Las cifras hablan por sí solas: hasta julio del año pasado llegaron al aeropuerto de Eivissa un total de 49.703 holandeses, cifra que ha saltado este año hasta los 129.124 contabilizados en los siete primeros meses de este ejercicio, según las estadísticas de Aena. Está claro que Eivissa gusta en Holanda. Y cada vez más. «Hace cuatro años movíamos alrededor de 8.000 turistas holandeses y en lo que llevamos de temporada esta cifra se ha doblado», explica Mari Carmen Muñoa, de Leomar Viajes, agencia que trabaja con uno de los mayoristas más importantes del mercado holandés para Eivissa, el grupo Sundio. «El turista holandés es bastante respetuoso y además les gusta buscar los sitios más recónditos y auténticos de la Isla. Y aunque vengan con mayoristas, les gusta alquilar coches porque son muy independientes», precisa Muñoa.

En esta misma línea se expresa Doris Van Dorp, holandesa y jefa de guías del grupo Sundio en Eivissa, quien asegura que la Isla está «muy de moda» en su país. «El mercado holandés en la Isla está viviendo un ‘boom’ en los últimos dos o tres años. La gente es consciente de que Eivissa tiene de todo, tanto para quien quiere fiesta como para quien busca ir a las playas y más tranquilidad», afirma Van Dorp. Así, a la isla llegan jóvenes, familias, parejas sin niños y personas mayores, que se reparten por toda la geografía. «Dependiendo de lo que quieran hacer en sus vacaciones están más en una zona que en otra. Por ejemplo, la zona norte es muy frecuentada por familias, mientras que en la zona de Platja d’en Bossa y Sant Antoni se concentran más los turistas jóvenes por la gran oferta de ocio que hay», explica Cristina Orcajo, directora en Eivissa de TUI España.

A pesar de que muchos de estos turistas llegan con mayoristas cuentan con una capacidad adquisitiva media-alta y «les gusta comer fuera, contratar excursiones alrededor de la Isla y alquilar barcos», precisa Van Dorp, quien señala que el turista holandés «siempre es muy inquieto; le gusta conocer a fondo el lugar donde está de vacaciones». Orcajo, por su parte, coincide en que tienen una capacidad de gasto media-alta, pero han detectado que en los últimos años «buscan más hoteles e incluso van hacia el todo incluido. Pero eso sí, buscan hoteles de tres a cinco estrellas, nada de hostales ni apartamentos de una llave». Esta capacidad adquisitiva media-alta queda patente en la compra y alquileres de viviendas vacacionales y segundas residencias. Además, suelen optar también por alojarse en establecimientos hoteleros de cinco estrellas, donde han notado esta temporada el incremento de turistas de esta nacionalidad. «Son turistas muy respetuosos y educados; hay gente que piensa que por pagar lo que paga por una noche aquí puede menospreciar a la gente, pero los holandeses no son así. Por regla general, los holandeses son buenos clientes», explica Ángel Miguelez, director del hotel Mirador de Dalt Vila. En esta misma línea se expresa Silart Kovacs, director del Fenicia, quien además precisa que es un turista «muy informado y son muy exigentes».