El juez del ‘caso Nóos’, José Castro, ha decretado el embargo de dieciséis propiedades de los duques de Palma, Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, y de Diego Torres para cubrir la fianza de responsabilidad civil de 6. 114.788,17 euros impuesta en marzo de 2013, y que ninguno de los imputados ha cubierto.

Entre los bienes trabados está la mansión de Urdangarin y su esposa en Barcelona, viviendas, trasteros y garajes en Palma y Terrassa, propiedad de la empresa Aizoon, coparticipada por el yerno del Rey y la infanta Cristina y cuyo fin original era gestionar el patrimonio familiar.

También ha sido embargada una vivienda en Sant Cugat del Vallès de Torres, su esposa, Ana María Tejeiro, así como otros inmuebles en Mataró, Maó y Palma. El juez señala en su auto que habiendo transcurrido «con notorio exceso» el plazo concedido sin que se haya prestado la fianza, procede «causar traba» sobre los inmuebles designados por los afectados.

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Enajenación

El chalet de los Duques, situado en el exclusivo barrio barcelonés de Pedralbes, está a la venta desde principios de año y de su enajenación se encarga una inmobiliaria rusa, especializada en casas de alta gama para ricos de Europa del Este, que pide 9,8 millones de euros, casi el doble de lo que Urdangarin y la infanta Cristina pagaron por ese inmueble en 2004, 5,8 millones.

El chalet consta de 7 habitaciones y 10 baños repartidos en 3 plantas, con una superficie cubierta de 1.000 metros cuadrados, según la inmobiliaria. La casa, construida sobre un terreno de 2.200 metros cuadrados, cuenta con un jardín de casi 1.000 metros. Según la oferta, el sistema de seguridad de la vivienda incluye circuito cerrado de televisión, sistema de alarma en todo el perímetro y cristales antibalas, lo que la hace muy apetecible para los oligarcas rusos.
El embargo decretado por el juez Castro, sin embargo, no paralizará la venta de la mansión y los posibles compradores serán advertidos de la incidencia.