La Conselleria d’Educació comenzó ayer las pruebas de nivel de competencia lingüística a los alumnos de Balears entre las críticas de «opacidad» y «falta de transparencia» por parte de sindicatos y profesores. En mayo se repetirán las pruebas y, posteriormente, se darán a conocer los resultados cuyo objetivo es conocer la incidencia del trilingüsimo entre los alumnos después del primer curso de aplicación del Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL).

Esta evaluación, diseñada por el Institut d’Avaluació i Qualitat del Sistema Educatiu (IAQSE), pretende conocer el porcentaje de alumnos de Balears que tiene un nivel «suficiente» en catalán, castellano e inglés, según informó el Govern. Las pruebas se realizan a 4.500 alumnos de primero, tercero y quinto de Primaria de 50 centros públicos, privados y concertados de Balears –35 de Mallorca, 6 de Menorca, 8 de Eivissa y 1 de Formentera– elegidos «aleatoriamente», así como los alumnos seleccionados.

La aplicación de las pruebas la llevan a cabo docentes externos al centro educativo para «garantizar transparencia, fiabilidad y corrección». De todos modos, en algunos centros pudo entrar un profesor de apoyo del colegio en el aula, según fuentes educativas.

Sin copia

En cualquier caso, la comunidad educativa no comparte la «transparencia» de que habló la Conselleria. Desde CCOO denunciaron que Educació «solicitó a los centros donde se realizaron las pruebas que borrasen los datos de las mismas de los discos duros de los ordenadores, al tiempo que los docentes encargados de realizarlas tuvieron que firmar un documento de confidencialidad».

Resultados

Una práctica «inédita» en este tipo de pruebas. Cabe recordar que hace años que el IAQSE realiza diferentes evaluaciones en los centros, los cuales siempre se podían quedar una copia de la prueba realizada.

CCOO criticó que la Conselleria d´Educació todavía «no haya publicado los resultados de las pruebas lingüísticas realizadas el curso pasado» y ahora «las repita» con el único objetivo «de justificar su pedagógicamente injustificable proyecto lingüístico», con el gasto que ellos conlleva.

Por otra parte, el sindicato recordó que el resultado de las pruebas de evaliación del curso 2011-2012 «demuestran que el aumento de las horas de castellano e inglés no se realizan en función de supuestas carencias, sino que responde a cuestiones puramente ideológicas».