Los empleados desplegaron una pancarta que denunciaba que están «jugando con el pan de sus hijos».

Una veintena de trabajadores del Club Calimera Delfín Playa (Platges de Comte) se concentraron ayer ante la sede de la Conselleria de Treball en Eivissa para protestar por el Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) que se va a llevar a cabo por parte de su empresa.

Esta medida afecta a alrededor de 80 trabajadores (llega a 100 si se cuentan los eventuales) de este establecimiento hotelero, que cerrará sus puertas durante «una o dos temporadas», según los sindicatos, para tirarlo abajo y reconstruirlo. Según explicó Enrique Lorenzo de USO, los empleados, entre ellos muchas mujeres ya de una cierta edad y con cargas familiares, se quedarán en la calle durante este tiempo, por lo que están en negociaciones con la empresa para que se les mantenga el salario o al menos algún complemento mientras dure el cierre y se aproveche para darles formación. La empresa está obligada, eso sí, a pagar las cotizaciones durante este período, para lo que ya ha reservado 120.000 euros.

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