Alrededor de un centenar de personas, entre padres y alumnos, se dirigieron a la entrada del nuevo centro educativo, cerrado e inactivo, para mostrar a la Conselleria su enfado por las complicaciones que han retrasado su puesta en funcionamiento.

Alrededor de un centenar de padres y alumnos del colegio de Sa Bodega protestaron ayer ante el nuevo colegio provistos de pancartas, silbatos y bocinas. La protesta fue de un cuarto de hora antes del inicio de las clases y los manifestantes se desplazaron desde el actual colegio al nuevo donde realizaron la protesta. Precisamente, esta semana era la que estaba prevista para el traslado del nuevo colegio pero las obras están paralizadas y Educació ha pedido al Ayuntamiento la rescisión del contrato a la empresa adjudicataria de las obras. Con la protesta, que realizarán a lo largo de lo que queda de semana, escenifican lo que tendría que ser el traslado al nuevo centro. «Estamos a las nueve menos cuarto de la mañana para ver si abren como nos han dicho», comentó una integrante de la Apyma de Sa Bodega.

La Apyma ha pedido una reunión con los responsables directos de la Conselleria de Palma. Los padres aseguran que el centro no está en condiciones y no aceptan más retrasos cuando sólo queda un 10% de los trabajos para finalizar. «Dicen que va a tardar dos años, ¿por qué si está casi acabado? sólo falta la entrada del colegio», comentaba una de las madres.

Los padres aseguran que al sacar de nuevo a concurso las obras pendientes de ejecutar el coste será mucho más elevado por lo que piden que justifiquen económicamente que «sale más a cuenta romper el contrato y contratar una nueva empresa que continuar con la que hay y así no hay perjuicio de dos años más de espera además de todo el trabajo burocrático que hay».