La Universitat de les Illes Balears prepara un plan para tender nuevos puentes con el sector productivo, ‘venderse’, en definitiva, a las empresas y captar nuevas cátedras. La situación financiera de la Universitat balear ha vivido al borde del abismo en los últimos años, pero aunque se empieza a ver la luz a final del túnel, los responsables universitarios son conscientes de que la austeridad presupuestaria ha venido para quedarse, razón por la que se hace imprescindible la búsqueda de nuevos recursos. Y ahí es donde entran en juego las cátedras universitarias.

Según explica el vicerrector d’Innovació i Transferència, Jordi Llabrés, «la transferencia con el sector productivo es una asignatura pendiente no solo de la UIB, sino de la universidad española en general». Por eso, añadió, el primer paso es elaborar un catálogo de las cátedras que actualmente colaboran con la UIB, «porque tenemos que ir nosotros a buscar a las empresas, pero primero tenemos que concretar qué sectores estratégicos debemos potenciar, aquellos en los que la Universitat es un referente por los grupos de investigación que tenemos». Entre ellos, destacó el del turismo o el del medio ambiente y la energía.

Las cátedras son una forma de colaboración a largo plazo con entidades o empresas públicas y privadas. En estos momentos la UIB tiene unas diecisiete, como la Cátedra Meliá Hotels International de Estudios Turísticos, una de las más antiguas y activas.

Formas de colaborar

La forma de colaboración es diversa: financiando actividades de formación e investigación o alguna asignatura optativa en alguna carrera, becando alumnos, participando en un master o en la creación de un título propio.

El dinero que aportan también varía, pero por regla general el presupuesto de partida ronda los 60.000 euros anuales.