Francisco Muñoz, Pilar Marí y Juan Mayans, ayer, en la sala de prensa de Can Botino.

Limpiar las fachadas de los edificios o negocios, eliminar las pintadas y grafittis, dejar las terrazas de los bares recogidas y limpias al finalizar el día, evitar tirar los desperdicios al suelo, respetar el horario de 20,00 a 23,00 horas para sacar la basura, reciclar los residuos y, sobre todo, recoger los excrementos de las mascotas. El Ayuntamiento de Eivissa y la concesionaria de limpieza, Cespa, han elaborado un decálogo de buenas prácticas formado por éstas y otras recomendaciones que buscan la colaboración ciudadana en la limpieza del municipio.

La alcaldesa, Pilar Marí, el concejal de Medio Ambiente, Juan Mayans, y el jefe de servicio de Cespa, Francisco Muñoz, presentaron ayer esta campaña de concienciación, que contará con la distribución de 20.000 pósters del decálogo entre los comercios y vecinos del municipio, y que busca la prevención «sobre aquellas cuestiones que no contribuyen al buen estado de la ciudad». Así lo aseguró el responsable de la empresa de limpieza, quien destacó que en la actualidad el principal problema son los propietarios de mascotas que no recogen los excrementos. Un acto incívico reiterado que tiene una importante «repercusión estética», explicó Muñoz.

«Si tuviera que establecer una pirámide de incidencias más repetidas, el tema de las mascotas hace mucho daño por lo que es el excremento en sí y lo que representa. Luego hay conductas como abandonar residuos fuera de horario o lejos de los contenedores, pero si me piden una acción concreta es el tema de las mascotas», detalló el portavoz de la empresa.

Por su parte, la alcaldesa reconoció que la falta de limpieza «es uno de los grandes problemas» de Vila pero señaló que aunque la mejora del sistema a través de la renovación de la contrata es necesaria, «también lo es que el comportamiento cívico de los ciudadanos se refleje día a día y contribuya a que la ciudad esté más limpia», añadió.