La organización conservacionista Oceana ha calculado que cerca de 12 de los 26 millones de hectáreas de aguas españolas en el Mediterráneo están amenazadas de búsqueda de petróleo y gas, lo que supone que el 45 por ciento de las aguas españolas del Mediterráneo quedaría abierto a exploración y explotación de hidrocarburos si se aprueban los proyectos que están pendientes de autorización administrativa.

Según cálculos de la ONG, estos casi 12 millones de hectáreas no incluyen las zonas colindantes que se verían afectadas pro las adquisisciones sísmicas, que harían ascender la superficie amenazada hasta 20 o 22 millones de hectáreas, es decir, cerca del 70 por ciento del Mediterráneo español.

«Es una temeridad que casi la mitad de las aguas españolas en el Mediterráneo esté cubierta por proyectos de hidrocarburos, en funcionamiento o en trámites», denuncia el director Ejecutivo de Oceana Europa que considera que «no hay que esperar a que ocurra un vertido para lamentar daños».

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