Una de las pancartas que se lucieron en la manifestación del sábado contra las prospecciones petrolíferas. | Sergio G. Canizares

«La idea era conseguir lo que se pudo observar, no tenemos palabras para describirlo. La causa lo merece y todo el mundo estaba por ella. Todo salió bien porque la gente quería que saliera bien». Así se expresó ayer Joan Tur, uno de los portavoces del movimiento social Eivissa Diu No, que el sábado convocó una marea azul de entre 18.000 y 20.000 personas contra las prospecciones petrolíferas.

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Los logros de la masiva marcha de protesta surgieron de las aportaciones espontáneas de los asistentes y, sobre todo, del trabajo de organización de los voluntarios de Eivissa Diu No, que encontraron en las empresas, comercios y particulares todo lo que necesitaron para la manifestación, y completamente gratis. «De todo lo que se vio solo había cien euros invertidos de nuestro bolsillo, todo lo demás lo hizo la gente», destacó el organizador, sobre el único gasto que tuvo el movimiento ciudadano y que lo dedicó para «hacer mil carteles» que además pagaron con descuento. «Todo el mundo decía sí, qué hace falta», añadió, en referencia a los colaboradores desinteresados que aportaron material, conocimiento, arte, música, agua, bebidas e incluso ruido de reivindicación, como hicieron el barco de Baleària y los pescadores, con sus bocinas y por pedido expreso de la organización.

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