Imagen de una prospección sísmica realizada por Cairn Energy en América.

Capricorn Spain --filial de Cairn Energy-- ha expresado este martes su compromiso a «evitar llevar a cabo» operaciones de exploración y producción de hidrocarburos en el Golfo de Valencia en lugares declarados Patrimonio de la Humanidad y ha asegurado que trabaja «en plena colaboración con todas las administraciones públicas» en su proyecto de adquisición sísmica en la zona.

En un comunicado en su página web en relación con la 'Campaña de Adquisición Sísmica 3D' propuesta en el Golfo de Valencia, y después de la manifestación contra las prospecciones petrolíferas que el pasado sábado reunió a más de 5.000 personas en Castellón, Cairn Energy ha destacado que el área en el que se llevarán a cabo las operaciones se sitúa a una distancia aproximada de 50 kilómetros de Valencia; 53 kilómetros de Ibiza y a 32 de las islas Columbretes, y ha especificado que el momento en el que se adquirirán los datos será «cuando los impactos sean mínimos, es decir, durante los meses de invierno».

En este sentido, ha mostrado su «respeto» a «todos los puntos de vista» que los «grupos de interés» tengan en relación del proyecto y el derecho a expresar sus opiniones, aunque asegura que en todas las zonas donde operan realizan un trabajo de consulta como las «comunidades locales» para «comprender y conocer cuáles son sus preocupaciones y desarrollar planes que los tengan en consideración».

La multinacional defiende que las actividades de exploración y producción de hidrocarburos en el Mediterráneo «no son algo nuevo» sino que se trata de «una industria con más de 50 años de historia en España», que ha permitido perforar 689 pozos en el país entre 1960 y 2010. De los realizados mar adentro, «más de 200 se ha perforado en el Mediterráneo, mar en el que también se han adquirido cerca de 200.000 kilómetros de líneas sísmicas en las últimas cuatro décadas», explica.

CAMPAÑA DE «ADQUISICION SISMICA»

Según la empresa, las operaciones «exploratorias» se encuentran «en los estadios iniciales de la investigación» y el objetivo es realizar «una campaña de adquisición sísmica 3D, con la que definir la profundidad y geometría de las estructuras geológicas susceptibles de almacenar gas o petróleo» en el área indicada.

Cairn Energy ha subrayado que las campañas de adquisición sísmica «son una de las mejores herramientas en la exploración de hidrocarburos», en las que se utilizan ondas acústicas para generar modelos 2D y 3D del subsuelo y la onda «es dirigida hacia abajo desde el emisor y las señales reflejadas se registran mediante una serie de hidrófonos que flotan arrastrados tras una embarcación especializada».

En el caso de España, la multinacional recalca que trabaja «en plena colaboración con todas las administraciones públicas en su proyecto de adquisición sísmica en el Golfo de Valencia» y, como «operador responsable», afirma que la seguridad y la protección del medio ambiente son su «principal prioridad».

Cairn Energy ha destacado su «dilatada experiencia internacional» en la que afirma que ha demostrado su «capacidad de gestionar proyectos de exploración y producción de hidrocarburos en entornos difíciles de manera exitosa y segura» y hace hincapié en que «cumple todas las normativas medioambientales y sociales que exige la ley a nivel nacional y de la Unión Europea así como las mejores prácticas y estándares a nivel internacional».

ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL

Al respecto, resalta que, como cada país o zona geográfica presenta una «biodiversidad única y características medioambientales distintas», antes de realizar cualquier tipo de operación exploratoria, elaboran un «exhaustivo estudio de impacto ambiental».

Para ello, trabaja con expertos medioambientales independientes para desarrollar su Estudio de Impacto Ambiental (EIA), que califica de una herramienta «muy valiosa» que guía sus operaciones en la zona de exploración» para asegurar que los potenciales impactos son identificados, evaluados y subsecuentemente mitigados o minimizados para facilitarles el trabajo a las autoridades competentes en materia de medioambiente». Asimismo, apunta a que mantiene un «diálogo abierto» con «sus grupos de interés, con el fin de comprender mejor las necesidades y preocupaciones de la sociedad».