El presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Serra, respondió ayer a las críticas que lanzó esta semana el empresario Abel Matutes, en las que aseguró que la ley no prohíbe el uso turístico en el islote de sa Conillera y que los políticos «no entienden la legislación o simplemente mienten».
Serra remarcó que los políticos están «sujetos a críticas de una forma continua», pero que lo que está claro es que hay que «cumplir la ley». «La ley es igual para todos y es la que es y si alguien hubiera querido que fuera diferente en la medida de sus posibilidades tendría que haberlo cambiado para que no chocase con determinados intereses. Pero mientras haya una ley el Consell la cumplirá», destacó Serra, que pidió a Matutes que «intente demostrar jurídicamente» que el hotel se puede hacer. «Ahora mismo este islote está protegido como reserva natural, está en la red Natura 2000, en la ley de espacios naturales y tiene una protección que es la que hemos querido todos los ibicencos y es la que queremos mantener todos los ibicencos. Todo el mundo tiene derecho a pensar lo que quiera, pero la ley es una», agregó el presidente del Consell.
Matutes dijo esta semana que «es verdad que para ejercer el oficio de político no se necesita certificado de estudios y a lo mejor alguien no lee mucho». También anunció que realizará sondeos entre la población para saber si su proyecto de hotel en el faro de sa Conillera tiene aceptación.
2 comentarios
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Tienes razón Alberto, el islote no tiene utilidad ninguna para el ciudadano, para los humanos, que son los únicos seres que importan del planeta, según tu punto de vista, ¿no? Ese islote "inútil" es el último reducto de un tipo de ave en grave peligro de extinción, pero qué más dan cuatro pajarracos que no pueden ni comerse, ¿verdad? Luego nos preguntamos el porqué de tantos males...
Un islote al que ni siquiera se puede visitar, no tiene utilidad ninguna para el pueblo, para el ciudadano. Un hotel rural o agroturismo, ecológico, sostenible, creará puestos de trabajo y permitira a muchas personas disfrutar de un enclave natural cómo Sa Conillera, aunque eso le permita ganar algún dinero a las empresas de Matutes, creadoras de riqueza y por consiguiente empleo.