Ante el creciente aluvión de críticas que ha cosechado la campaña Enjoy and Respect (Disfruta y Respeta) entre empresarios, instituciones y en el seno del PP, la alcaldesa de Sant Antoni, Pepita Gutiérrez, pidió ayer disculpas «por si alguien se ha considerado ofendido por el mensaje o por si alguien ha pensado que ponemos en duda Sant Antoni como destino turístico», aunque a la vez ha descartado que esta situación derive en ninguna dimisión o cese, extremo que «de ninguna manera me he planteado», afirmó.

Con semblante serio y acompañada de su equipo de gobierno y de la vicecónsul británica en Eivissa, Sharon Hodges, la edil no quiso replicar públicamente a las peticiones formuladas el lunes por el senador José Sala, quien exigió depurar responsabilidades políticas por este caso, señalando que se reservaba el derecho de responderle «en persona». Sin embargo, sí que le lanzó un dardo envenenado al senador diciendo que «echó de menos su presencia» en la reunión del partido que valoró esta cuestión «que es donde se tiene que comentar», sentenció.

Por otra parte, Gutiérrez relativizó el daño que haya podido ocasionar a la imagen turística de la localidad y de la isla en su conjunto dado que «la campaña se paralizó el día 17» y porque «es difícil hacer una valoración en números de si ha habido o no una repercusión».